Postal a los jóvenes

El lenguaje de la sexualidad

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB         

 

¡Oh, el sexo, me atormenta porque  me puede!  Frases similares las escuchas a cada instante entre gente que habla de él, le obsesiona y hasta lo escuchan y ven en la TV. Generalmente, se habla de genitalidad, de órganos y no del sexo en el conjunto de la persona.

          Algunos no quieren oír hablar de su sentido auténtico. Les espanta. Viven a su aire esta bella realidad creada por Dios. Y cuando Dios  hizo el mundo, terminaba cada día diciendo: "Y vio Dios que era bueno".

          Juan Pablo II, que ha recorrido todo el  mundo, ha hablado de la sexualidad en diferentes países e incluso en las audiencias de los miércoles en el Vaticano. Dice que la "la sexualidad pertenece al designio originario del Creador y la Iglesia la tiene en gran estima."

          Pide a cada un que la respete en su naturaleza más profunda. Como dimensión inscrita en la totalidad de la persona, la sexualidad constituye un <<lenguaje>> específico al servicio del amor, y, en consecuencia, no se puede vivir como mero instinto. Ha de ser gobernada por el hombre como ser inteligente y libre.

          ¿Por qué dices que la Iglesia es "carca"? Los valores son valores en todos los siglos. El mismo Papa, cuando habla del cuerpo, hace estas afirmaciones: <<Es el cuerpo el que expresa la feminidad para la masculinidad, y viceversa, la masculinidad para la feminidad. La sexualidad la expresa el cuerpo como un don, característica fundamental de la existencia humana.

          ¿Qué es el cuerpo? El testigo de la creación como don fundamental, y, por tanto, testimonio del Amor como fuente.

          Sin embargo este don se ve asaltado por la concupiscencia del cuerpo: << El mal, para el cristiano, no está en el cuerpo; no está en la sexualidad. El mal está en la falta de  respeto a la dignidad del cuerpo. El mal está en considerar el cuerpo de l otro como mero objeto de deseo sexual.

          ¿Qué se deriva de esta actitud?

          El mismo Papa lo dice: <<En la conciencia de muchos jóvenes el sentimiento del amor, alterado y perturbado por la difundida <<cultura del placer>>, ya no se ve como un elemento constitutivo de una vocación en la que el hombre y la mujer están llamados a participar en el amor creativo de Dios. La ven como un instinto que hay que satisfacer pero sin compromiso alguno, sino como pura evasión del erotismo>>.