Postal a los jóvenes

El arcoiris de la felicidad

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

        

Hay seres humanos que todo lo ven negativo. En el bello arco iris tan sólo escriben la palabra tristeza.  Para ellos la alegría de vivir, el amor, la amistad y la dicha son palabras y realidades vanas de unos cuantos ilusos.

          Yo, dice María, disfruto a diario de la hermosa oportunidad de  vivir y me siento feliz de todo lo que me brinda la existencia. Doy gracias a Dios por mi familia, mis amigos, mis estudios, el  campo, la luz, la playa. intento no alterarme por nada.

          Por el contrario, hay otros seres humanos, - la mayoría - que lo ve todo positivo como una forma de vivir la vida a en medio de la luz y nunca abatido  por la tiniebla.

          Son esas personas  que, como san Agustín, dicen a menudo al Señor: "Dios mío, haz que en mi corazón nunca entren las tinieblas". Porque ésta se abate sobre la persona, la arruina y le hace perder el punto positivo de la vida.

          Son seres que huyen como de la peste de las noticias negativas y de los malos agoreros. Saben que existen problemas  a su derredor pero los enfocan y los ven como una condición de los humanos que todavía no han alcanzado la perfección que se les exige a su edad, a su pensamiento ya su corazón.

          Se mantienen timoratos como  niños indefensos. Y de esta manera no pueden saborear el placer de la felicidad humana, limitada - eso sí - pero que, aún así , reporta al espíritu alas para volar por encima de mediocridades

          Lo mejor que hacen es "pasar" de esa gente que ve peligros en el sexo, en el la amistad, en el matrimonio, en el gobierno, en las relaciones sociales, en  la libertad, todo, en fin, se convierte para ellos en una amenaza.

          Y claro  está, de este modo no se puede vivir la felicidad que es apertura a la belleza que todos los demás pueden darte, al optimismo que respiran los seres que están invadidos por la fuerza divina. Esta fuerza actúa en ellos como un impulso bienhechor. Son personas que construyen su propia dicha siguiendo sus pensamientos luminosos, los deseos puros y limpios de su corazón.

          El autor F. Cantín dice que <<un rostro alegre es  prueba de elevada cultura. Sonríe y el mundo te sonreirá>>.

          Ten en cuenta que el triunfo de tu alegría, de tu felicidad y de tu alegría de vivir son conquistas personales. Nadie puede reemplazarte en esta labor.

          Termino con estas palabras de Georges Duhamel: << Habrá que esforzarse en enseñar a los hombres eternos que la felicidad no consiste en recorrer cien kilómetros en  una hora, sino sobre todo en ser rico de un bello pensamiento, contento de su trabajo, honrado en afecciones ardientes>>.