Postal a los jóvenes

Buscando un sentido a tu vida

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Me emociona ver miles de miradas y de rostros en encuentros juveniles. La razón no es otra que el joven tiene una extraordinaria sed de  absoluto. Es un hecho que en la actualidad muchos jóvenes acuden a los monasterios. Te preguntarás si es por Dios. Lo que sienten ante todo en un monasterio es un misterio, una paz, una profundidad, todo lo que no tiene esta sociedad en la que vivimos.

          Como crítico de cine, me acuerdo de unas declaraciones del gran cineasta Tarkovski, en las que decía: " El desafío de nuestra época es  que el ser humano siga siendo una pregunta y que no considere que todo es sencillo, que todo está explicado y que todo es explicable."

          Si viajas mucho, te darás cuenta de que hay seres, obras y lugares que plantean la pregunta del misterio de la existencia, del misterio de  Dios.

          Sin embargo, no basta con plantear la pregunta, pues plantearla es descubrir que, como decía Lacan, lo que define al hombre es lo que le falta. Si el hombre es una carencia, es también un deseo. El deseo es al mismo tiempo conciencia de lo que falta y aliciente para lograrlo.

          Ausencia de sentido. En este mundo que conduce a una ausencia de sentido, el joven encuentra en los monasterios u otros lugares parecidos, una respuesta, un sentido a su vida.

          El joven, en estos sitios, es escuchado con amor desinteresado, y esto es extremadamente importante para ellos. Además, van a estos lugares porque tienen ganas de que se les digan algunas cosas, ganas de tener ciertas vivencias.

          En estos encuentros, la amistad es  hoy una de las cosas más importantes para hacer descubrir la fe, ya que hay a veces jóvenes que no saben nada del mensaje cristiano.

          La oración constituye en estos lugares una fuerza que se vive de una manera sencilla, una especie de aprendizaje para los jóvenes que quizá nunca han rezado, al menos conscientemente; pues todo ser humano reza de una u otra manera. La mente del joven funciona hoy a toda velocidad, bien sea sobre ideas y sistemas o simplemente a partir de deseos y anhelos que les proporcionan los medios de comunicación, siempre de forma fragmentaria.

          Sin embargo, los espacios del corazón son espacios en barbecho, y es muy importante pacificar las inteligencias para que, quizá entonces, puedan escuchar la oración. El hecho es que cada día más los jóvenes buscan lugares de paz en los monasterios para encontrar sentido a su vida. ¿Te lo has planteado alguna vez?