Postal a los jóvenes

Ritos o vida? 

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Vístete hoy de fiesta. Lo normal no es el luto, ni la tristeza, ni la penitencia. Haz presente a Jesús en tu corazón. Donde él está no tienen cabida los pensamientos sombríos, los rostros de ceniza, las relaciones de frialdad. Jesús ha hecho alianza contigo y él trae siempre consigo alegría, amistad, libertad. La oración es el fruto de la fiesta que el Espíritu celebra en tu interior.

Que tu vida, Jesús, me dé luz para poder entender, luz para tus caminos ver, luz para en el mundo luz ser.

Mt 9,14-15: Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán

El pasaje evangélico al que pertenecen estos versículos describe el banquete que Mateo el publicano ofreció a Jesús y a sus discípulos a raíz del llamamiento que el Maestro le hizo a seguirlo. Los fariseos, en los vv.11-13, planteaban su crítica por la participación de Jesús en la mesa con los pecadores; los vv. 14-15 tocan el tema del ayuno.

Entre tanto, los interlocutores de Jesús han cambiado: en nuestro pasaje de hoy, los “discípulos de Juan” suceden a los fariseos.
Y se extrañan de que Jesús y sus discípulos no ayunen como lo hacen ellos mismos, de una manera rigurosa que supera ampliamente las observancias judías relativas a los ayunos.

La respuesta de Jesús pone de relieve que los discípulos de Juan Bautista no han descubierto aún en Jesús al “novio” mesiánico. Porque, si lo hubieran hecho, habrían comprendido que de ahora en adelante el ayuno no tiene el mismo significado.

El ayuno está relacionado con el tiempo de la espera; Jesús mismo ha ayunado en el desierto, resumiendo en sí la larga preparación de la humanidad hacia la instauración del reino. Pero, cuando comienza su ministerio público, Jesús puede decir con toda razón que el reino ya está allí; ha llegado el novio, y no conviene que los “amigos del novio” ayunen mientras el novio está con ellos. Hasta después de la Resurrección no volverá a tener sentido el ayuno.