Postal a los jóvenes

Prioridades de Jesús

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús propone un nuevo estilo de vivir como hermanos. Pero los discípulos no entienden. Están como ciegos. Jesús les abre los ojos, les toca con el cariño y la acogida. Se acerca a nosotros para abrirnos los ojos y así poder entender su estilo de vivir y de caminar. Nos agarra de la mano para invitarnos a recorrer el camino de la liberación.

Jesús nos invita a dar prioridad en nuestro servicio a los más abandonados, a los que tiene menos recursos.

Mc 8,22-26: “El ciego estaba curado y veía todo con claridad”

Marcos es el único que refiere esta sanación del ciego después de la segunda multiplicación, lo mismo que había sido el único en descubrir la sanación del sordomudo después de la primera (Mc.7, 31-37).

Los dos relatos son muy paralelos: en su objeto, puesto que se trata de la sanación de sentidos merced a los cuales el ser humano conoce el mundo exterior; en su orientación, puesto que se trata de subrayar que la inteligencia y el conocimiento son un don de Dios; e incluso en su ritual, puesto que en ambos casos el enfermo es “retirado” como si se tratase de un catecúmeno que recibe una imposición de manos; es llevado “aparte”, como para probar que no se puede conocer a Dios si se permanece en medio de la multitud falta de inteligencia.

Llama la atención que Jesús opere el milagro con su saliva, signo solidificado de su soplo y de su Espíritu, ya que sólo la audición de la Palabra salva al hombre de su postración; de igual modo es destacable que ese aliento deba recibirse dos veces, porque el caminar hacia la fe es siempre lento y tortuoso; por último, que imponga finalmente al beneficiario del milagro el más absoluto silencio. Quizá Marcos haya querido presentar dos milagros conformes con el desarrollo ritual del catecumenado, para subrayar la importancia de la iniciación en el misterio de la persona de Cristo.