Postal a los jóvenes

Jesús es el sucesor de Moisés

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús invita a sus discípulos a la soledad y al descanso para compartir experiencias de apostolado, reconstruir el amor, la relación, la cercanía y el mutuo conocimiento. Los discípulos necesitan una experiencia de silencio, de desierto, como condición de libertad, de escucha, de disponibilidad, para ver las cosas como son y para recorrer los caminos de Jesús.

Escucha la invitación de Jesús que te llama al silencio para dilatarte el corazón y depositar en él la ternura, la confianza y la alegría. Después tienes que compartir estos dones con tus hermanos.

Mc 6,30-34: “Andaban como ovejas sin pastor”

Con este pasaje inaugura Marcos una nueva sección de su evangelio. No se trata ya de los primeros pasos apostólicos de Jesús, ni de las victorias sobre la enfermedad y los demonios, sino de una sección particular, unificada en torno al tema del pan: dos multiplicaciones de panes (Mc 6, 30-44; 8,1-10), discusiones sobre el sentido de las abluciones o lavatorios antes de comer el pan, y sobre la falsa levadura (Mc. 7,1-23; 8,11-20), discusión con una pagana a propósito de las migajas de pan que solicita (Mc. 7, 24-30), etc. Por eso suele llamarse a esta parte del evangelio de Marcos la “sección de los panes”. De hecho, se trata más bien de una serie de relatos.

El texto de hoy trata de introducir la sección poniendo de relieve el papel importante que desempeñan los discípulos.
El v.34, específico de Marcos, es muy significativo. El tema del rebaño sin pastor está tomado de Nm 27,17, y en él se refleja la preocupación de Moisés por encontrar un sucesor para no dejar al pueblo sin dirección. Jesús se presenta así como el sucesor de Moisés, capaz de conducir el rebaño, de alimentarlo con pastos de vida y conducirlo a los pastos definitivos.

Toda la sección de los panes está concebida de tal forma que Jesús aparece efectivamente como ese nuevo Moisés que ofrece el verdadero maná.
Dichosos quienes tenemos semejante pastor, si nos dejamos conducir por él.