Postal a los jóvenes

Experiencia de Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campańa SDB 

 

 

Jn 14,21-26: “Si alguien me ama, cumplirá mi palabra”

El amor a Jesús consiste en recibir y cumplir los mandamientos. A lo largo del Evangelio se ha insistido en que el amor es el supremo “mandamiento” de Jesús. Quien ama al Hijo es también amado por el Padre. Se establece un círculo de comunión amorosa entre el creyente, Jesús y el Padre.

Tal vez es éste el fundamento de la fe. Creer es amar a Jesús y amar al Padre. Por supuesto que la consecuencia lógica es el amor a los hermanos. A la pregunta de Judas Tadeo sobre su manifestación al mundo, la respuesta de Jesús es una reafirmación de lo anterior: su manifestación se realiza a través de la habitación del Padre y el Hijo en el interior del creyente.

En el texto aparecen elementos que se entrecruzan: la Palabra de Jesús es la Palabra del Padre; el amor de Jesús es el amor del Padre; escuchar y vivir la Palabra de Jesús es abrirse a la plenitud del amor. El Espíritu Santo es quien confirma y clarifica la Palabra del Hijo. En última instancia, la experiencia de Dios radica en la habitación de la comunidad trinitaria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el corazón del discípulo.