Postal a los jóvenes

Nacer de nuevo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Nicodemo, un hombre importante de su tiempo, busca que Jesús encaje en sus esquemas. Pero lo busca de noche. Jesús cambia radicalmente el planteamiento de este buscador de sí mismo. El reino que Jesús trae requiere espacios nuevos, nuevo corazón. Aunque seas de aquí o de allá, ejercítate en ser una persona sin fronteras. Haz como los pájaros, que cruzan sin rubor toda verja y cantan su canción en todo paisaje.

Espíritu, Santo, alfarero de la nueva humanidad. Pongo mi barro en tus manos. Hazme de nuevo.

Jn 3,1-8: “Hay que nacer de nuevo”

Dentro del inquieto corazón de Nicodemo existe una preocupación que, a pesar de ser judío, no puede esconder. Lo que hace y propone Jesús tiene mucha relación con un Dios muy cercano al querer de los seres humanos. Por eso se atreve a llamarlo Rabí, o Maestro. Pero el mismo Jesús le hace saber que la única forma como es posible acercarse al Dios de su anuncio es a través de un renacer desde lo más profundo que posibilite asumir una nueva actitud en la vida.

A los judíos del tiempo de Jesús no deja de sorprenderles la forma como éste anuncia y enseña acerca del reino. Y él les advierte que si no se tiene el deseo de querer ser una persona nueva, ese reino estará distante. Así le ha sucedido ya a Nicodemo, y lo siente porque en su actuar ha comenzado a reflejar la voluntad de Dios, con quien se identificará en la medida que haga sus obras.

En nuestras comunidades hay muchos Nicodemo que, tocados por la gracia del Señor, se le acercan queriendo clarificar su puesto en una estructura que los aliena. Están deseosos de concientizarse de la paternidad de Dios y tener definido si desean ser sus hijos o no. Nicodemo es también la voz de toda la comunidad que tiene necesidad de encontrar un camino de conversión, sin importar lo que se era antes. ¿Qué fuerza se debe tener adentro para convertirse? Esa fuerza interior la dará Dios si le abrimos el corazón.