Postal a los jóvenes

Id y proclamar el Evangelio

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Los dones son para la tarea. El amor sembrado por Jesús en los suyos termina en envío misionero. La luz no se puede ocultar. Es hora de fecundar secretamente la historia haciendo lo que hacía Jesús. Comunica hoy con alguien lo que sabes y vives de Jesús. No te lo guardes.

Te alabo y te bendigo, Jesús, por tu confianza en mí. Dame tu fuerza, dame tu Espíritu.

Mc 16,9-15: “Vayan por el mundo proclamando la Buena Noticia”

Jesús resucitado se aparece muy de mañana a María Magdalena. Ella corre en seguida a hacer saber la noticia a los doloridos y entristecidos compañeros de Jesús, pero éstos no creen lo que escuchan, como si la esperanza que Jesús sembrara en ellos hubiera desaparecido con su muerte. En definitiva, ni los mismos discípulos creían lo que se contaban entre ellos.

Las apariciones deben ser tomadas como toques dados a la conciencia por la experiencia que se vive en el propio interior con el Resucitado; son importantes porque a Jesús no hay que buscarlo fuera de la historia, sino a través de procesos internos de toma de conciencia.

La comunidad debe tener claro que las apariciones están ligadas a la reconstrucción de la conciencia personal y grupal. La recuperación de la conciencia se da cuando se sale de la crisis que se ha enfrentado por tantas dudas y temores, y se experimenta que Jesús está vivo y nos está llamando a reconstruir la vida en torno a un proyecto comunitario que se creía fracasado.
Es importante también cómo la comunidad reconstruye su conciencia y vuelve nuevamente a la alegría de poder tener esperanzas. Ya reconstruidos, y con la experiencia de haber vivido desde adentro el proceso de la conversión, los discípulos serán capaces de anunciar y testimoniar con sus vidas la Buena Nueva.