Postal a los jóvenes

Domingo De Pascua ¡Este es el día que hizo el Señor!

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

¡ESTE ES EL DÍA QUE HIZO EL SEÑOR!

El Padre toma la iniciativa para que tengas vida abundante, vida para dar y tomar, vida solidaria y cercana a todos. ¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya! Cristo entra revestido de belleza. En sus labios se derrama la gracia. Su alegría llena la tierra. La vida, herida por la muerte, siente la sacudida de la Vida y se levanta alborozada. María, con toda la Iglesia, le da la bienvenida más gozosa.

La muerte se aparta para dejar paso a la Vida. La Vida ya no muere más: “Muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida”. En el rostro de Cristo puedes contemplar la alegría definitiva. ¡Cuán dulce es su presencia! ¡Cristo es la fuente que colma de alegría tu corazón!

“¡Oh Cristo, cómo nos alegramos por el don inefable que nos regalas esta noche! El misterio de tu muerte y de tu resurrección se infunde en el agua bautismal que acoge al hombre viejo y carnal, y lo hace puro con la misma juventud divina” (Juan Pablo II).

Es Domingo, el día que ha hecho el Señor para que la comunidad se alegre. Regocíjate y llénate de alegría. En el Gloria, que cantan todas las voces, se desvela el esplendor de tu destino: formar una humanidad nueva, redimida por Cristo, muerto y resucitado por ti y por todos.

La luz de Jesús resucitado ****tra por todos los escondrijos, donde la vida se había escondido por el miedo. La voz de Jesús estremece la creación entera y llama con fuerza invencible a la utopía de lo nuevo de Dios, a creer en los paisajes que todavía no existen. La presencia resucitada de Jesús impulsa definitivamente los caminos del Reino, para que el mundo sea de verdad la tierra de todos, y el pan sea el pan nuestro, y la esperanza sea el arco iris con que se visten los pueblos de la tierra.

Lo nunca visto: pueblos de todas las razas y culturas se dan la mano para danzar, en rueda, cantando. La comunidad de pueblos, que mana del Espíritu, encuentra sus fuentes en Cristo Resucitado. La última palabra no la tienen ni la muerte ni el llanto, todo eso ha pasado; la última palabra la tiene el Espíritu, que es la alegría. Tienes derecho a la alegría. La alegría es el distintivo de los cristianos. ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado! ¡Está vivo nuestro Amor! ¡Está viva nuestra Esperanza!

Desde la propia identidad restaurada, puedes ser solidario, porque la alegría siempre es solidaria, y no es del todo alegría si no están todos en la fiesta.
Desde el gozo, puedes hacerte cargo de vidas que antes no te decían nada. Desde la comunión puedes caminar, junto con todos, hacia la nueva civilización del amor, donde se intercambian los dones en una eucaristía común. Desde la experiencia de la Vida, puedes cuidar toda vida y continuar realizando en la tierra los gestos compasivos de Jesús.

El Espíritu anima tu vida para siempre. Pone en tus labios y en tu corazón el nombre de Jesús. Grita en ti a cada paso el nombre de Abbá; te enseña a llamar hermano, hermana, amigo, amiga, a todos los habitantes de la tierra.

Felipe Santos, os desea una Feliz Pascua de Resurrección