Postal a los jóvenes

El mendigo de amor  

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Hoy sigue habiendo mendigos y ricos. Jesús, ayer y hoy y siempre, está con los mendigos; más aún, El se ha hecho mendigo por amor. No te defiendas ante esta Palabra, ni pases de largo ante ella. Deja que ilumine lo que hay escondido en tu corazón. Jesús ilumina los criterios con que miras estas situaciones de mendicidad, limpia las fuentes en que te inspiras para vivir. Orar es aprender a sentir, pensar, vivir y organizar la vida desde la fe.

Que tu Espíritu abra mis oídos, dé fuerza a mis palabras y guíe mis pasos por tus caminos.

Lc 16,19-31: Tienen a Moisés y los profetas; que los escuchen

Estamos ante dos extremos de la condición social y religiosa que revelan por dónde va el querer de Dios. El rico, que conocía la ley y los profetas, no fue capaz de asumir una actitud generosa, solidaria y comprometida para dignificar a los pobres que lo rodearon. Lázaro, en cambio, se abandonó por completo en las manos de Dios. El pobre recibe así la ayuda divina y se convierte en criterio para el juicio definitivo de los seres humanos.

La parábola permite ver con claridad la suerte de los egoístas que depositaron toda su confianza en la riqueza. El deseo tardío de conversión ya no es suficiente para la propia salvación; por eso se resalta la importancia de leer los signos de los tiempos y escuchar la voz de Dios en los profetas y en el clamor de los pobres. Es ahí donde la bondad y el amor deben hacerse realidad.

Vivimos en un mundo donde la falta de sensibilidad ante el dolor del otro es cada vez más generalizada. Urge reaccionar como cristianos.