Postal a los jóvenes

Tened las lámparas encendidas

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús exhorta a los discípulos a permanecer vigilantes en la espera de su venida. El primer obstáculo que hay que superar es el del activismo que nos impide ver lo que está sucediendo. El momento presente del que necesitamos tomar conciencia en el silencio es el momento presente del mundo actual.

Lc 12,35-38: Tengan las lámparas encendidas

Los discípulos deben estar en vela y preparados para la venida de Jesús, cuya hora nadie conoce. Una imagen de tal disposición se halla en ese criado que aguarda a su señor que ha de volver de un banquete de bodas a alguna hora de la noche. Cuando llame el señor, el criado deberá estar ya a la puerta para abrirle, dejarlo pasar y conducir al señor a su casa. Para eso está allí el criado y lleva la túnica recogida. Esto, aplicado al discípulo, significa que debe estar equipado moralmente en todo momento, de tal forma que pueda acudir inmediatamente a la llamada del Señor cuando venga a juzgar; que debe ser claro y luminoso como el sol y sin tropiezo moral; cargado de frutos de justicia por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios (Flp 1,10s). El discípulo que está pronto es felicitado, llamado dichoso por Jesús.

Entre dos bienaventuranzas se expresan los bienes que aguardan al siervo que está siempre en vela, incansable y fiel: el Señor le servirá a la mesa. Cambio completo de la situación: el siervo pasa a ser señor, y el señor se hace siervo. Porque Dios hace participar de su gloria a los que velan. La gloria del reino de Dios se compara con frecuencia con un banquete de bodas que Dios prepara para los que acoge en su reino. Dios honra a los invitados sirviéndolos, y les abre los gozos de su gloria..


ORACIÓN:

Señor, Jesús,
tú estás presente aquí y ahora,
en mi vida,
en la vida de todas las personas
y en todo el universo.
Mantén encendida mi lámpara
con la luz de tu Amor Fiel.