Postal a los jóvenes

¿Qué tal tus relaciones?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“No has nada por vanagloria, sino que la humildad te haga mirar a los demás como si fueran mejor que tú” (Filipenses 2,3).


Puedes mejorar tu relación con el niño, el vecino o tu jefe o con cualquiera con tal de que no te haga daño.

Todo comienza creando en ti una atmósfera de paz en tus relaciones. Ahora bien, si éstas no enriquecen tu personalidad, no vayas más lejos que un simple saludo de cortesía y educación.

A veces sientes que hay gente con la que no puedes verdaderamente conseguir que te entienda. Dios Tiene un fin particular cuando te pone en relación con personas distintas a ti. Las que te aporten algo bueno, acéptalas y busca comprenderlas y deja que entren en ti. Se sentirás animado. Si no, ¡fuera!

Es cierto que debes entregarte a comprender sus necesidades, a llenar sus vacíos emocionales. Si realmente ves que tu relación tiene incidencia positiva en esas personas y notas que te sientes mejorado/, sigue.

Porque tu vida ensanchará sus tentáculos a la novedad enriquecedora. De esta corriente positiva, verás que los conflictos desaparecen y percibes anhelos y deseos de superación en ti y en esas personas. Esta relación auténtica te proporciona felicidad. Nada más y nada menos. De no ser así,¡ojo!, todo queda en vaciedad y halago inútil y perecedero.

Y no te inquietes. Dios te ve y no olvida tus propias necesidades. El es fiel y te bendecirá, te llenará de favores y de abundancia tu existencia. Pero recuerda: debes ser selectivo/a en tus relaciones para sufrir después el zarpazo de lo que nunca deseas. ¡Prudencia!

Una oración para hoy: Señor, gracias por haberme dado mi familia, mis amigos/as y las personas que has puesto en mi vida. Ayúdame a apreciar a cada una de ellas como algo precioso cuando me enseñan y comparten conmigo el afán de vivir contigo. Gracias y ¡bendito seas! cuando mis relaciones se convierten en una autopista y en estaciones de servicio en las que ondea siempre la bandera de tu Corazón en mi corazón.