Postal a los jóvenes

Pedid y se os dará

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús nos enseña a orar, a pedir a Dios con insistencia y con confianza. Si un amigo ayuda a otro amigo, si un padre mantiene a su hijo, ¡Cuánto más cuidará Dios de los discípulos de Jesús, su Hijo! Date cuenta de que la cosa buena por excelencia, que el Padre da a los orantes que quieren orar, vivir y actuar como Jesús, es el don del Espíritu Santo.

Lc 11,5-13: Pidan y se les dará

Es inconcebible que un padre no responda con cosas buenas a los ruegos de sus hijos. Tanto más habrá que decirlo de Dios. Los hombres son malos; Dios es bueno. Si un padre de la tierra es bueno con su hijo que le pide, ¡cuánto más habrá de serlo Dios!
Al fin y al cabo, el padre no se burla de su hijo necesitado, no le hace un mal juego, no comete con él un atentado criminal. Dar una piedra en lugar de pan es una burla; dar una serpiente en lugar de un pescado es un mal juego; dar un escorpión en lugar de un huevo es un atentado criminal. Un padre no abusa del desvalimiento de su hijo pequeño, que no sabe distinguir todavía a la vista entre una piedra y un pan, entre un pescado parecido a una serpiente -por ejemplo una anguila- y una serpiente; entre un escorpión enrollado y un huevo. Precisamente porque el niño es pequeño e indefenso, el padre le prodiga todo cuidado y cariño.

El buen don que da el Padre al que le pide, es el Espíritu Santo. Este don lo envía el Padre desde el cielo. El Espíritu Santo es el presente celestial. Por el actúa Jesús. Convierte a los discípulos en lo que deben ser. Toma su pensar y obrar bajo su propia dirección. Por él cumplen ellos la voluntad de Dios.

Oración:

 

Padre,
abre mi corazón a tu Palabra,
derrama en mi vida tu Espíritu Santo.
para dar testimonio de Jesús,
con alegría, fuerza y valentía.