Postal a los jóvenes

Hago lo que quiero

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

He aquí una frase muy de moda hoy. Quizá eres de los que la dicen: 'Yo hago lo quiero”. ¿Sabes que hablar así, es atribuirte un derecho que no pertenece nada que? Solamente él hace lo que quiere, cuando quiere, como quiere y donde quiere. Es Dios, pero tú no.


'Nuestro Dios está en le cielo, hace todo lo que quiere' (Salmo 115,3)

Es ilusorio creer que haces lo que quieres. Ante todo porque dependes también de los demás, los quieras o no; vives en una sociedad regida por leyes que te obligan a no hacer lo que quieres, so pena de multas o prisión; y después estás influenciado por los medios de comunicación, la publicidad, la opinión de los otros, etc. En realidad nadie en esta tierra ha alcanzado nunca el grado máximo de libertad absoluta.

Por contra, tu orgullo natural te impulsa a creer que puedes pasar de los demás, vivir lejos de tu iglesia local, o peor todavía, vivir en ella en alternancia, sin tener que sufrir la “la atención del sacerdote” por tu bien espiritual. Piensas hacer lo que quieres, porque vives no importa cómo, sin obedecer a ninguna ley del cielo, relativizando los mandamientos de Dios en su palabra, adaptándolos a tus realidades. Todo eso nunca se llama libertad, sino pecado. Y el pecado nunca hará de ti una persona libre.

Tener un marco para vivir no debería darte miedo. Tener cuentas que rendir a alguien, al menos a título amical. Si no, corres el riesgo de obstinarte en querer hacer lo que quieres. Y vas a encontrar muchos sufrimientos...

Deberías más bien declarar con el hombre de Dios: 'Quiero hacer tu voluntad Dios mío' (Salmo 40,9). Sólo así te orientarás al éxito, a la felicidad, a la paz doquiera vivas. Quiero creer que eres de aquellos y que sabrás tomar parte de las cosas.

Una oración para hoy

Señor, vengo a ti para humillarme ante tu rostro; muchas veces he creído que hacía bien diciendo “hago lo que quiero; perdóname. Hago mía la oración del hombre de Dios: 'Quiero hacer tu voluntad Dios mío' ; te lo pido en nombre de Jesús, amén.