Postal a los jóvenes

Pedagogía del fracaso

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Pedro comenzó a hundirse” (Mateo 14,30).

Si no aceptas el menor fracaso, la menor decepción, el menor revés, no es obra de Dios. Es en resumen lo que el texto te enseña. Es ilusorio para ti que mantengas la idea según la cual “tú eres vencedor y no conocerás el revés”.

Es una mentira de tu adversario el diablo. Porque Dios quiere hacerte vencedor, incluso cuando pasas por el fracaso.

Con Jesús en tu vida, tus fracasos no serán jamás definitivos; ¿lo crees? Ciertamente, Pedro comenzó a hundirse, pero no murió, no se lo llevaron las olas negras. Igual tú. No perecerás si confías en el Señor.

Si no quieres conocer el fracaso, el revés, la decepción, no te comprometas en un servicio a Dios. Fatalmente, pasarás por momentos difíciles; pero en esos momentos, acuérdate de que Jesús viene en tu ayuda y enseñarte algo bueno, a hacerte progresar, avanzar y a que te libres de tus ilusiones y de tu arrogancia. No se puede evangelizar con estos sentimientos.

Si no aceptas la noción de revés, de fracaso en tu servicio al Señor, te desanimarás en seguida. Tendrás muchas cuestiones sin respuestas; tu corazón manifestará un orgullo descifrado de desaliento y no servirás para nada.

El fracaso forma parte de la obra de Dios y es bueno aprenderlo, saberlo y que no olvides nunca que Dios no viene a destruirte sino a educarte. ¿Quieres aprender eso de Jesús?

Si eres una persona de fe, cada fracaso te servirá para profundizar y entrar más en el mundo de Dios.

Una oración para hoy: Señor Jesús, ven a ayudarme para que comprenda mi fracaso. Porque quiero, por el contrario, aprender pronto de ti lo que tienes que decirme para que sepa avanzar y superar una contrariedad provisional y ser útil entre tus manos. Gracias por tu ayuda fiel. Amén.