Postal a los jóvenes

¿Qué frutos da tu vida?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“Cada árbol se conoce por sus frutos” (Lc 6,44)

Las obras son las que mejor hablan de lo que cada uno lleva en el corazón. Las obras son las que mejor hablan de Dios. Ofrece gratuitamente a todos los frutos que Dios hace nacer en tu tierra.

El seguimiento de Jesús no está en la simple confesión de boca. Así lo hacían los demonios cuando lo reconocían, pero él, con su autoridad, los mandaba callar y los expulsaba. Tampoco está en prácticas devocionales externas que nada implican para el modo de vivir. La fidelidad al seguimiento de Jesús se expresa en el compromiso diario con los hermanos; es decir, en las actitudes de servicio, perdón, solidaridad. Jesús no quiere que sus seguidores se limiten a repetir fórmulas, ritos, ceremonias y a cumplir normas externas. La verdadera fe en él tiene hondas raíces en el corazón, pues no se trata de que los demás escuchen discursos bien elaborados pero que no tienen respaldo alguno en la vida. Cuántos grupos religiosos y asociaciones cristianas viven encerradas en sí mismas, haciendo caso omiso de los graves problemas que afectan a la sociedad. La fe auténtica nos lanza al compromiso con la transformación de la sociedad según los valores que inspira el Evangelio de Jesús. El reino de Dios es para que acontezca en medio de este mundo. Sólo así nuestra fe estará plantada sobre una base sólida y podremos dar frutos de fraternidad y justicia. Sólo así haremos posible la “civilización del amor”.

ORACIÓN:

Si riegas mi vida con tu amor, mi vida florecerá.
Si pongo tus frutos en una mesa común,
en una eucaristía,
sé que se alegrará tu corazón.