Postal a los jóvenes

Unica motivación: El amor

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

'Todos los que el Padre me dé vendrán a mí, y no rechazaré al que viene a mi.' (Jn 6,37)

Con la dimisión de los padres, la erosión de los valores familiares y la multiplicación de las familias monoparentales, cada vez más personas se sienten mal amadas e indeseables en la tierra. Crecen a menudo con una falta de confianza en sí mismas y con una necesidad muy pronunciada de ser aprobadas por los demás.

Si te has sentido a menudo mal amado, has de saber que Dios te ama con un amor incondicional (Jn 3,16). Es la razón por la que Cristo murió en la cruz. La única motivación era el amor. Incluso cuando lo rechazas, él sigue amándote. Te conocía antes de nacer, y te había puesto aparte ( Jeremías 1,5). El apóstol escribe en Romanos 5,8: “Aunque éramos pecadores, Cristo murió por nosotros'.

Cristo no ha aguardado a que seas perfecto para morir por ti en la cruz. Dios no mira tus méritos antes de amarte. Tampoco mira la gravedad de tus pecados pasados. Te ama tal cual eres. No necesitas hacer buenas obras para merecer el amor de Dios. Sólo debes ir a él como el hijo pródigo ( Lc 15,11-32).

No importa que los hombres te hayan rechazado desde tu infancia. Dios te amaba antes de nacer. No digas nunca: “Nadie me, estoy solo en este mundo”. Jesús está contigo y te ama. Te sostiene en sus brazos de amor y te dice Nunca te abandonaré' (Josué 1,5). Sabe que puedes hacer el mal, pero no le impedirá seguir amándote. ¿Qué niño o niña no se ha caído aprendiendo a andar?

Una acción para hoy

Recuerda que su amor no depende de tus méritos. Dale gracias por amarte. No dejes que nadie te sugiera lo contrario. Sonríe, pues te ama Dios.