Postal a los jóvenes

“No impidáis a los niños acercarse a mí”

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

'No impidáis a los niños acercarse a mí” (Mt 19,14)

¿Con qué tono diría Jesús estas palabras? ¿Con pena? ¿Con lástima? ¿Cómo reproche? Jesús es de todos, pero primero de los más pequeños. El reino es para todos, pero primero para los más pequeños que siempre están sirviendo. Presta atención a la gente que rodea. Escucha las voces de los que casi no tienen voz. Haz sitio a los que casi nunca tienen sitio. Da valor a los que casi nunca lo tienen.

Para muchos de nosotros, escuchar un texto como el del profeta Ezequiel que nos propone la liturgia de la Palabra este día, donde se nos dice quiénes y por qué serán condenados, tal vez pueda producirnos cierta satisfacción interior porque no habremos cometido la lista de iniquidades que el profeta enumera; pero, ¡atención!: lo que Dios manifiesta al pueblo de Israel y a nosotros no sólo se refiere a actos puntuales de conducta muy condenables, sino al amor a Dios y al prójimo que debe brotar de la actitud de conversión, el que ha de traducirse en un compromiso cotidiano de fidelidad y solidaridad creativa y efectiva.

Cuántas veces hemos sido como los discípulos del evangelio de hoy, obstáculo para que otros tengan la oportunidad de encontrarse con el Señor. Ser discípulo no es tarea fácil; más bien es un compromiso estricto de negación de muchas de nuestras tendencias, para ir en pos de aquél que es el camino, la verdad y la vida. Permitamos -desde un testimonio de vida coherente, donde no existan la mentira, la injusticia, el odio y el orgullo-, el encuentro de los otros como el de nosotros con Jesucristo en nuestro diario vivir.

ORACIÓN:

 

Perdóname, Señor, por las veces
que no dejo sitio a los pequeños.
Enséñame a mirar el mundo desde los pequeños.