Postal a los jóvenes

Aprópiate de tu alegría

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“El ladrón sólo viene a robar y a destruir; yo he venido para que tengas vida abundante”. (Juan 10,10)

Llegan días en que pierdes este don divino. La tristeza te domina y en ti mismo llevas el torrente de la alegría que espera que le des un cauce apropiado para tu bien personal y para extenderla a quienes te rodean.

Imagínate un poco lo que harías si alguien te dijera que te espera un regalo especial en lo alto de las escaleras. Y lo único que tienes que hacer, es subir algunos escalones. Te corresponde a ti subir esos escalones. Te llevará tan sólo unos instantes, ¿no es verdad?

En lo alto de la escalera se encuentran todas las promesas y los proyectos de Dios para tu vida. Lo único que tienes que hacer, es subir y así podrás poseer todo lo que está reservado parta ti. Pero nadie puede hacerlo por ti. Debes seguir las etapas necesarias para alcanzar las promesas que te aguardan.

Dios quiere que ralentices, “que seas tú mismo”, cultives la alegría y la risa, lo veas todo positivo, pase lo que pase. Dios te pide que rechaces la inquietud y tu vida sea un volcán que bombea atención y cariño sin herir a nadie.

Hay personas que, al no meditar la palabra de Dios, no caen en la cuenta de las riquezas que llevan por dentro, muy adentro. Y se pasan el tiempo sin hacer nada que merezca la pena. Una pena.

¡Vamos!, siempre que camines por la senda de la fe, Dios actuará en tu favor. Y ya verás cómo comienzas a experimentar un verdadero desbordamiento de alegría. Frente a un mundo de quebranto, pena y tristeza, la gente dirá al verte: Este o ésta tienen algo especial: siempre están alegres y sonrientes. ¡Qué bien!

Una oración para hoy: Señor, hoy avanzo hacia la alegría que me ofreces. Quiero llevar una vida que te glorifique. Quiero empezar a verme como tú me ves: un potencial pletórico de gozo. En el nombre de Jesús, Amén.