Postal a los jóvenes

Mujer, miradas y adulterio

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior” (Mt 5,28)

Ante el tráfico creciente de mujeres, vendidas y compradas mil veces como un objeto sexual, solo cabe una sanación que alcance también el mundo de los deseos, que es de donde nacen los abusos y las injusticias. Lo nuevo de Dios siempre comienza a nacer en tu corazón. Llevas dentro muchas semillas que, con cuidado, pueden convertirse en propuestas de dignidad y belleza para los más débiles.

Mt 5,27-32: Quien repudia a su mujer la induce a adulterio

Jesús no escatima tiempo para dejar bien claro cuál ha de ser la actitud del discípulo ante el tema del adulterio, que va muy de la mano con el doble mandamiento del amor

1) EN TIEMPOS DE JESÚS:


En tiempos de Jesús, y como herencia de una larga tradición no sólo israelita sino de todo el Medio Oriente, la mujer ocupaba un lugar muy menoscabado en la sociedad; tan menoscabado, que ella pasaba a ser una posesión más, junto con el buey, el asno y el patrimonio que tuviera el hombre. Su papel familiar se definía en función del sometimiento al marido y el cuidado de los hijos, y estaba muy lejos de llegar a ocupar lugares 2) 2) la 2) LA MUJER

ENTONCES:

Importantes en la sociedad. Era tal su posición desmedrada, que era derecho del marido divorciarse de ella sólo por medio de un acta, y cualquier argumento era válido para hacerlo.
Con Jesús, el adulterio viene a ser ya no una cuestión meramente formal, sino vivencial; y no será la mujer la destinataria exclusiva de semejante carga, sino que también el hombre participa activamente de ella. Jesús llama a sus discípulos a vivir en coherencia con el mandamiento del amor, el cual exige fidelidad y respeto por la persona del otro.

-¿Y HOY?...

ORACIÓN:

 

Tu mirar es amar.
Enséñame a mirar a los demás como tú los ves.
Enséñame a mirar embelleciendo a quien miro.