Postal a los jóvenes

Eficacia de la palabra de Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Con frecuencia, en las consultas, hay gente que me pregunta sobre este tema: no notan que Dios les hable, no perciben su eficacia... La síntesis: muchos le dedican muy poco tiempo. Le hablan mucho pero no le escuchan.
“Como la lluvia y la nieve que descienden de los cielos, y no vuelven sin haber regado la tierra, y hace germinar las plantas...así sucede con la palabra de Dios. Ella no vuelve sin efecto...”

El ciclo del agua es un fenómeno vital en nuestro planeta: Evaporación, nubes, precipitaciones, a continuación viene de nuevo la evaporación. Dios nos presenta aquí una parábola que nos aclara la obra de la redención.

La Biblia nos enseña que la palabra de Dios es “creadora”: El dice algo y sucede “ (Salmo 33,9). Nos dice igualmente que esta palabra se ha encarnado en la persona de Jesús:” La Palabra se ha hecho carne, y habita entre nosotros...”(Juan 1,14-18); una vez que volvió junto a Dios tras cumplir la obra de la salvación: “ Jesús, que sabía que había puesto todas las cosas en sus manos, que había venido de Dios y a él volvía...” (Juan 13,3).

Es esta misma palabra la que hoy nos regenera, y trae buen fruto a nosotros:”...habéis sido regenerados (...) por la palabra viva y permanente de Dios. (...) Y esta palabra es la que se os ha anunciado en el Evangelio.” (1Pedro 1.22-25).
Es esta palabra, soberana y poderosa a la que le teme nuestro adversario Satanás. Por eso ha intentado destruirla de una u otra manera. Cuando no le ha sido posible emplear las hogueras de la Edad Media, se sirve del liberalismo teológico y de la alta crítica pseudo-científica para destruir el contenido, dejándonos sólo una concha vacía.
En su tiempo, Isaías exclamó: “Para la ley y el testimonio”. Si no hablara así, no habría aurora para su pueblo” (Isaías 8,20). Es hora de volver a la sencillez del Evangelio que, hoy, no ha perdido nada de su poder para salvarnos y transformarnos para gloria de Dios.
ORACIÓN PARA HOY: Gracias Señor por recordarme que tu palabra es siempre eficaz para transformar mi vida. Que tu Espíritu Santo la haga viva en mi corazón y la cumpla con fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.