Postal a los jóvenes

Escucha mi Hijo amado

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

“ESTE ES MI HIJO AMADO; ESCUCHADLO” (Mc 9, 7)


Jesús lleva a sus discípulos al monte para regalarles una experiencia de luz, de aliento, de paz. Necesitan recuperar fuerza y coraje para seguir caminando hacia Jerusalén. En el monte se les desvela por un momento el misterio de la persona de Jesús, en Él se cumple la ley y las profecías; Él es el Hijo amado, a quien hay que escuchar, aunque sus palabras suenen a cruz y a sufrimiento.

Mc 9,1-13: Se transfiguró delante de ellos


1) PODER DE LA PALABRA:

 

El poder de la palabra es tal que así como crea, destruye. En el caso de Dios, la Palabra creó todo cuanto existe, y ella todo lo hizo bueno. En el caso del ser humano, tiene la posibilidad de crear por medio de ella realidades que lleven a otros a encontrar algo de paz y de misericordia, pero también es capaz de llevar al conflicto y a la muerte. Hoy en día seguimos sufriendo de la crisis que nos menciona Santiago en su carta y que tiene su raíz en el empleo de la lengua. Estamos llamados como cristianos a saber utilizar nuestra lengua, a discernir bien lo que vamos a decir.


2) LA TRANSFIGURACIÓN PARA EL CRISTIANO:

 

El evangelio de san Marcos que nos narra el acontecimiento de la transfiguración, nos invita a un momento más pleno de revelación de Dios al género humano, representado allí en Pedro, Santiago y Juan; revelación que pasa por escuchar a su Hijo, que tiene palabras de vida eterna y nos conduce a pastos verdes donde nuestras más nobles esperanzas verán su realización. En nuestras manos está el hacer un buen uso de la Palabra no sólo hablada, sino también de aquélla que lleguemos a transmitir con nuestras obras cada día de nuestra vida.

ORACIÓN:

 

Si quieres ser discípulo de Jesús aprende a escuchar al maestro y a llevar a la vida sus enseñanzas.