Postal a los jóvenes

Si me amas, cumple mi palabra

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Jesús revela que somos morada de Dios. Cada persona, de la raza, cultura, religión que sea, es santuario de Dios. Cada ser humano, también los más orillados, es lugar de Dios. Conocer esto y colocarlo como verdad en nuestra propia conciencia es la fuente de nuestra mayor autoestima y el estímulo mayor que para trabajar por la dignidad de toda persona.

Jn 14,21-26::
Si alguien me ama cumplirá mi palabra

1) ¿QUÉ ES FE?
A un cristiano común y corriente le es fácil afirmar que cree en Jesús y lo ama ; lo difícil es aplicar en la vida diaria la fe que asegura profesar. El amor a Jesús tiene que notarse en todo lo que decimos y hacemos. Para lograrlo, el evangelio da dos pistas importantes: adhesión a Jesús y cumplimiento de los mandamientos.

2) JUDAS TADEO Y SU RESPUESTA:
La respuesta a la inquietud de Judas Tadeo porque el Señor no se estaría manifestando al mundo, no significa repudiar al mundo como tal, sino al falso mundo dominado por las autoridades judías y romanas; un mundo que desprecia el reino de Dios. La manifestación del Jesús Mesías se dará, pero no será con ejércitos ni palacios imperiales, sino con signos que toquen la conciencia de cada persona. Si logramos que en nuestra conciencia se cultive el amor de Jesús, crecerá nuestra motivación por mejorar nuestro entorno familiar y social; y sentiremos que Jesús viene en cada obra buena que hagamos. La ausencia física del Maestro preocupa a los discípulos.

3) PREOCUPACIÓN Y ESPÍRITU SANTO:
Pero no hay de qué preocuparse: el Espíritu Santo está con nosotros; él nos enseña, nos recuerda y nos actualiza la Palabra de Dios. Recordemos que Dios continúa hablando hoy de muchas maneras, en diversos tiempos y lugares, y a múltiples pueblos y culturas.

4) ORACIÓN:
El Espíritu es nuestro maestro. Nos enseña a vivir la vida unidos a Jesús, en presencia del Padre, con un montón de hermanos en el corazón. Nos invita a la madurez humana, la que nos permite darnos a los demás. Cuando amamos nos parecemos a Dios. Amén