Postal a los jóvenes

Encuentra su primer amor

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Pero lo que tengo contra ti, es que has abandonado tu primer amor" Apocalipsis 2,4

Inicialmente, se hace a la Iglesia de Efeso, conocida sin embargo por su perseverancia y su fidelidad con la sana doctrina (Apocalipsis 2,1-3). Sin embargo, a pesar de sus buenas obras, esta comunidad abandonó su primer amor.

Después de los elogios a esta asamblea, Dios dice: Conozco vuestras cualidades más allá de vuestras buenas acciones, veo más lejos. Tú llevas cabo ministerios mediante tus dones. Y está bien, pero... Pero sirves en el grupo de alabanza. Y está bien. Mantienes los locales de la Iglesia, está bien, pero... Predicas la Palabra de Dios, está bien, pero... no te has dejado seducir por doctrinas falsas. Y está bien, pero..eres un sacerdote. Y está bien, pero...

Todo eso está bien, y Dios te felicita por tu marcha de antes, coronada por el éxito. Sin embargo, el Señor, más allá de tus bellas acciones (que le son agradable), quiere ante todo que seas su primer amor.

La Biblia no dice: "Has perdido tu primer amor", como se dice a menudo por los cristianos y la diferencia entre los dos es mayor. Efectivamente, perder significa apartarse involuntariamente o el abandono es voluntario. Antes del abandono del primer amor, el Señor habla al corazón del cristiano por su Espíritu. Por desgracia, muchos sofocan la voz de Dios para hacer lo que quieren.

He aquí los signos principales del que abandona su primer amor: no tienes ya apetito y sed por la presencia de Dios. No lees ya la Biblia o ella no te habla ya. El lugar de la intimidad deviene raro y por consiguiente toleras el pecado buscando excusas filosóficas. Entonces es cuando compones toda clase de compromisos con el mundo.

Por eso, como un dulce consejero, el Señor viene a constatar cerca de ti para que sepas cómo va tu relación con él. El Señor en su carta deja un mandato con tres prescripciones: arrepiéntete, acuérdate y practica las primeras obras.

Si el inicio de la carta se dirige de modo general a la iglesia de Efeso, termina de manera personal: "Al que venza". No podemos echar la culpa a otro.

Si hoy, te das cuenta de que Dios no es ya el primero en tu vida, ponte de rodillas y pídele su gracia y te la concederá.


Una oración para hoy

Padre, te pido perdón por haber descuidado nuestra relación. Concédeme tu gracia y ven a abrazar mi vida con tu amor. En el nombre de Jesús, amén.