Postal a los jóvenes

¿Eres un hijo pródigo?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"El padre dice a los servidores :Traed el vestido más bello y vestidlo; trae un cordero cebado...Comamos y alegrémonos, pues mi hijo había muerto y ha vuelto, estaba perdido y ha sido encontrado." Luc 15,22-24

 

Un  anillo en el dedo y sandalias en los pies constituían los signos del hombre. En  efecto, los esclavos iban con los pies desnudos ; los calzados eran símbolo de libertad. Según Génesis 41,42. el anillo era signo de autoridad y de filiación.

¿No es seguro saber que nuestro buen Padre celeste nos aguarda en la puerta del reino de Dios?  ¡Qué gracias a saber que nos aguarda para celebrar los reencuentros!.  Desea marcar esta vuelta en la casa con una gran fiesta.

¿No ha dicho Jesús:  Igualmente, os digo, hay alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte? (Luc 15,10)

Es  tiempo de celebrar los reencuentros del Creador con su criatura, es tiempo de volver a la casa de Dios para calzar las sandalias del hombre libre y revestirlo con vestidura de fiesta, el de la salvación.

El ternero cebado ha sido sacrificado. Ha sido preparado especialmente para esta gran ocasión. Jesús es vuestro cordero, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Os ante Dios tal cual sois. Venid con vuestras manos y vuestros pies manchados... Volveos a Dios para implorar su perdón y su gracia.

Cuando el hijo pródigo vuelva a casa de su padre, llegó vestido con ropa sucia, bañándose por su mal olor nauseabundo... Pero todo este aspecto no impidió al padre coger a su hijo en sus brazos y abrazarlo.

Sean cuales sean tus pecados, si tu arrepentimiento es sincero, el Señor no te rechazará. Te acogerá, con sus brazos de amor tendidos a ti.

Quiere darte un vestido nuevo, el del hijo heredero.  Quiere ponerse a tus pies de las sandalias, signo de hombre libre. Finalmente, quiere poner en tu dedo un anillo de gran valor, signo de alianza nueva. Entonces, ¿qué esperas para volver a él ?

Una oración para hoy

 

Señor, esto conmovido por tu amor para conmigo. A pesar de mis faltas, me amas y no cesas de invitarme a volver a ti. Te pido perdón por mis pecados. Quiero cambiar de vida y seguirte. Acógeme hoy. En el nombre de Jesús, amén.