Postal a los jóvenes

Jesús, nuestro abogado supremo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Si alguno ha pecado, tenemos un abogado junto al Padre : Jesucristo" 1 Jn 2.1

¿Te ha sucedido ya pecar? Sin conocerte, ni ser divino, puedo decirlo: "Sí". La Biblia lo declara así: "La muerte se ha extendido a todos los hombres, porque TODOS han pecado" (Romanos 5,12).

Después de la vida, te encontrarás con Dios. Imagínalo y créelo, debes comparecer delante del Juez divino por tu vida pasada. El acusador se levantará y lo mirarás con delectación. Es entonces cuando él comience el interrogatorio con argumentos bien perfilados. Cada falta imputada será verdadera. Serán reveladas con una precisión desconcertante los días, las horas, los lugares de todos los pecados, todas las pruebas se darán. Tu condenación será sin apelación. El Juez declarará: "culpable" y un sola sentencia, el infierno a perpetuidad.

Te pertenece cambiar el escenario o guión terrible desde hoy. No intentes ocultar tus pecados o pruebas de tu culpabilidad, reclamar un abogado. La única exigencia es confesar todo con sinceridad, confesar sin miedo. ¿Dónde encontrar un abogado, me dirás? El apóstol Juan lo ha dicho: "tenemos un abogado junto al Padre, Jesucristo" (1 Juan 2,1)

À partir de este momento, nada podrá ya aplastarte. El acusador (Satanás significa literalmente acusador) podrá terminar de arrojar su veneno y esperar con gozo la sentencia. Rechinará los dientes cuando vea en medio de la sala levantarse su abogado, Jesucristo. Sin rechazar nada, el Señor apoyará las pruebas de tu denunciador y dirá: "es verdadero. Esta persona ha cometido todos estos pecados y debería ser juzgada culpable. Solamente, durante su vida, me hizo una llamada y me confesó el menor de sus pecados. Entonces le perdoné todo. Evidentemente, debía morir en la cruz en su lugar para que pueda tener la vida eterna. El Señor juez, mi Padre, esta persona es mi hermano, tu hijo adoptivo. Entonces el señor Juez, siguiendo tu palabra, ¿cuál será en adelante tu sentencia?" En este momento y sólo por el perdón del Hijo, en el cielo se oirá una voz con una fuerza sin comparación y declarará solemnemente: "es perdonada."

No tardes, invoca Jesús ahora, el mañana no te pertenece. Confiésatele tus pecados, cambia de vida y en la hora del juicio, tendrás el mejor de los abogados.

Una oración para hoy

Señor, te pido perdón por todos mis pecados. Me doy cuenta de que has muerto en la cruz para evitarme la muerte eterna para reconciliarme con el Padre. A partir de ahora, sé mi abogado, mi Señor y mi Salvador. En el nombre de Jesús, amén.