Postal a los jóvenes

La sinrazón de saber

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Como Pablo hablaba así para su justificación, Festus dijo en alta voz: Estás loco, Pablo. Tu gran saber te hace no razonar." Hechos de los Apóstoles 26,24

Festus, procurador de Judea, nombrado por el emperador Nerón, era totalmente incapaz de comprender la extraordinaria experiencia que Pablo le explicaba haber vivido. No ignoraba que Pablo era un gran erudito, “instruido a los pies de Gamaliel" (Hechos de los Apóstoles 22,3). Para él, lo que decía Pablo parecía pura locura, y atribuía esta sin razón al gran saber de Pablo.

Una cuestión se plantea: El saber, el conocimiento, ¿pueden ser irracionales? Para responder a ello nos tenemos que acordar que la sede del conocimiento es simplemente la memoria, y que la razón en cuanto tal procede de la inteligencia.

¿Podría el saber dañar a la inteligencia y a la reflexión? No, se trata de un saber auténtico, y no de una ciencia falsa, contra la que Pablo pone a Timoteo en guardia: "Oh Timoteo, guarda el depósito evitando discursos vanos y profanos, y las disputas de la ciencia falsa cuya profesión hacen algunos, que se apartan así de la ley" (1 Timoteo 6,20-21).

No falta hoy gente muy instruida, que excelente en este aspecto, que posee un saber extraordinario, pro cuya inteligencia está oscurecida: "Tienen la inteligencia oscurecida, son extraños a la vida de Dios, a causa de su ignorancia y al endurecimiento de su corazón." (Efesios 4,18)

Son capaces de desarrollarnos grandes hipótesis en la evolución, queriendo probar con argumentos pseudo-científicos que no existe el Creador, sino simplemente “el azar y la necesidad", y que se glorían de su gran saber y de sin inteligencia. Pero en su orgullo ignoran que su saber es falseado y su inteligencia está cerrada a lo esencial:

"El que quiere gloriarse se gloríe de tener inteligencia y de desconocerme, saber que soy Dios, que ejerce la bondad, el derecho y la justicia en la tierra; pues eso me gusta, dice Dios." (Jeremías 9,24).

No, el saber y la inteligencia no son incompatibles cuando se sabe que hay un solo Dios creador y que se tiene una inteligencia para conocerlo.


Una oración para hoy

Incluso si no soy un erudito, te alabo, Señor, al saber que existes y que me has dado inteligencia para conocerte. En el nombre de Jesús, amén.