Postal a los jóvenes

Amor y manifestación de dones

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Aunque hable las lenguas de los hombres y ángeles, si no tengo amor, soy una campana que suena” (1 Corintios 13,1).


José, hijo de Jacob, era un hombre íntegro. Algunos dones espirituales que encontramos en el Nuevo Testamento, se habían dado a algunas personas en el Antiguo Testamento. Y José era una de ellas. A través de sus visiones, podía decirse de una manera profética lo que iba a producirse. José es un ejemplo perfecto para mostrar el impacto de la utilización de un don espiritual en el amor.

En cautividad, su testimonio es importante. Encerrado en una prisión, sin ninguna esperanza en el horizonte, José no tiene la Biblia (Génesis no está todavía escrito). NO se beneficia de la comunión fraterna, ni de predicación tonificante y muco menos de líder de alabanza para llevarlo a la adoración.

Y sin embargo, su testimonio queda como ejemplar. Trabaja sin cobrar nada, manifestando una actitud llena de amor a Dios y a sus semejantes. Esta actitud lo va a lanzar a considerar el interés de los demás en lugar de considerar el suyo. Así, mientras estaba en la cárcel, José cuida de los demás animándolos. Subraya a dos individuos entristecidos a causa de un sueño implacable. Manifiesta entonces un don espiritual explicando a cada uno de un modo profético en el futuro.

El Faraón lo llama porque había tenido un sueño inexplicable. José se lo interpretó fielmente. Eso le valió ser el Primer Ministro del país más poderoso de la época: Egipto.

Si José no hubiera tenido un corazón lleno de amor por sus semejantes, se hubiera quedado en la cárcel a pesar de sus dones.

Por eso, más allá de los dones que manifiestes, desarrolla en ti un testimonio para la gloria de Dios. Gracias a eso, tus dones serán todavía más creíbles.

Una oración para hoy

Padre, ayúdame a manifestar los dones espirituales en el amor. Me doy cuenta de que los dones que me has confiado serán acreditados o desacreditados por mi testimonio. Trabaja en mí para que pueda desarrollar el fruto del Espíritu al mismo tiempo que sus dones. En el nombre de Jesús, amén