Postal a los jóvenes

Oración en el corazón de la vida

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Y el rey me dijo: «¿Qué pides ? » Rogué al Dios de los cielos, y respondí al rey : « Si el rey lo encuentra bueno, y si tu servidor le es agradable, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, para que la reconstruya “Nehemías 2,4-5

Nehemías había tenido el corazón pesado a la vista de la muralla derrumbada de Jerusalén, pero no sabía que hacer con este fardo. Buscó “constantemente” la sabiduría de Dios para saber cómo actuar, así como “la intervención divina para beneficiar del favor de su dueño, el rey de Persia.

En presencia del rey, Nehemías no supo esconder el peso de sus preocupaciones y el rey le preguntó lo que no iba. Después, el rey interrogó: "¿Qué pides?" A pesar del hecho de que el rey hubo rezado constantemente y remitido su fardo a Dios, Nehemías sentía todavía la necesidad de buscar su rostro antes de responder. Mientras que se mantenía de pie ante el rey, hizo una pausa para rezar silenciosamente. Sólo después de esta oración presentó su petición al rey. Dios le había dado las palabras que debía pronunciar.

Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando se te lleve a la liberación, no te inquietes por adelantado de lo que tengas que decir, pero di lo que se te dé a esa hora; pues no serás tú quien hable, sino el Espíritu Santo" (Marcos 13,11). Jesús quería que supieran que Dios estaría con ellos en situaciones parecidas a la que Nehemías atravesaba.

Cuando, en tu vida, hagas frente a situaciones difíciles, Dios quiere que sepas que también está contigo. Está contigo en el corazón mismo de tu vida diaria. Desea que te sientas libre de buscar su rostro por lo que necesitas, no importa cuándo. Dios escucha a gusto tus oraciones, incluso las que haces en silencio.



Una oración para hoy

Padre, gracias por escucharme cada vez que oro. Ayúdame a volverme a ti a lo largo de esta jornada. Te presento mis necesidades. En el nombre de Jesús, amén.