Postal a los jóvenes

La verdad

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Santifícalos por tu verdad: tu palabra es la verdad." Jn 17,17

El 4 de agosto de 1914, Sir William Edward Goschen, el embajador de Gran Bretaña en Belín, convocó al canciller alemán Von Bethmann-Hollweg para una discusión . Algunos días antes, algunas acciones habían desencadenado la Primera Guerra Mundial, y Goschen había recibido orden de su gobierno de informar sobre la intenciones de Alemania en cuanto a la violación eventual de la neutralidad belga.

Según Goschen, Bethmann-Hollweg " se comprometió en una arenga", mediante la cual explicó que la oposición británica a la s acciones de Alemania era “catastrófica". ¿Por qué querían declarar la guerra “simplemente por una palabra – neutralidad?" Para Bethmann-Hollweg, esta palabra "había sido a menudo ignorada" en tiempos de guerra. No podía creer que "por un trozo de papel, Gran Bretaña iba a entrar en guerra contra una nación hermana que no deseaba nada más que ser amiga con ella."

Los Británicos no podían sin embargo ignorar sus tratados y sus compromisos. Goschen replicó que "guardar su compromiso solemne de hacer todo lo que está en su poder para defender la neutralidad de Bélgica en caso de ataque constituye, de hecho, un caso de “vida o muerte » por el honor de Gran Bretaña". Para ellos, este tratado no era un simple “trozo de papel", sino un compromiso.

Muchos no ven la Palabra de Dios nada más que como un simple “trozo de papel", que siguen cuando les conviene, pero que interpretan a su propia manera, o que ignoran cuando lo deciden. Pero Dios nos ha dicho que su Palabra es la misma verdad. Es poderosa y puede cambiar nuestras vidas. La Biblia contiene principios que nos darán éxito. Hay un precio que pagar cuando ignoramos o desobedecemos su Palabra.

Hoy, acordaos que es Dios mismo quien os ha dado la Biblia.

No es simplemente un libro lleno de palabras elegidas de modo arbitrario en trozos de papel. Es la verdad misma. Aseguraos de fundar vuestra vida en la Palabra.

Una palabra para hoy

Padre, gracias por la Biblia. Me comprometo en seguir tu Palabra en mi vida. Abre mis ojos para mostrar cómo puedo aplicarla hoy. Espero de tu la dirección y la sabiduría. En el nombre de Jesús, amén.