Postal a los jóvenes

El fondo del corazón

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Dios lo abandonó para probarlo, para conocer lo que había en su corazón 2 Crónicas 32,31

Este es un texto extraño. Creéis sin duda que Dios sabe todo de todos y que nada le es oculto. Y tienes razón. No impidas que este texto esté bien en tu Biblia y en la mía. Suceden momentos en nuestra vida en los que Dios para atestiguarnos para ver lo que es, habida cuenta, en el fondo de nuestro corazón.

Es tan verdadero que tus motivaciones pueden ser influenciadas por todas clases de parámetros que no son siempre muy nobles. Así podéis hacer muchas cosas en tu asamblea local, estar comprometido en tu ministerio con los niños, en la alabanza, o en la evangelización, oficialmente para la gloria de Dios y por amor a él. ¿Pero en el fondo de tu corazón a dónde vas?

Incluso a Dios a quien nada se le oculta tiene de vez en cuando necesidad de ver claro. Y tú, con mucha mayor razón. Puedes empezar a hacer cosas por el Señor con las mejores intenciones del mundo, pero las dejas llevado por los atractivos que la sociedad te presenta.

Te ocurren cosas en el fondo de tu corazón, ¿no es verdad? Te invito a que hagas hoy un balance espiritual de tu vida. No tengas miedo a este examen. Será saludable para desterrar de ti el orgullo y el pecado.

Vive en gracia de Dios y esta gracia te invita a que te experimentes a ti mismo (2 Corintios 13,5). Será reconfortable. No te tomes la Palabra de Dios a la ligera. Muchos dramas se podrían evitar, así como escándalos, desgracias si es la Palabra divina la que inspira tu vida.

No eres más fuerte que los demás. No permitas que el orgullo sea quien conduzca tu vida. Si el buen rey Exequias no estuvo a la altura de la prueba, no lo imites. Acepta ser humilde, abre tu corazón para que puedas verlo a fondo. Es saludable.

Una oración para hoy

Señor, quiero que guíes mi vida. Si quieres probarme como hiciste con Exequias, haz que pueda ver bien el fondo de mi corazón. Quiero aceptar probarme a mí mismo y te ruego que sea tu Espíritu quien me ayuda a estudiarme a fondo. En el nombre de Jesús, amén.