Postal a los jóvenes

¿Tuvo respuesta la oración de Nehemías?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Cuando escuché estas noticias, me senté y me puse a llorar. Durante varios días, quedé abatido. Ayuné y recé constantemente ante Dios." Nehemías 1,4

Nehemías no era ciertamente el único Judío en hacer rezado por este motivo al ver la condición de Israel durante el tiempo del exilio en Babilonia. Sin embargo, fue su oración la que recibió una respuesta, que hizo la diferencia y que llevó a la reconstrucción de la muralla. ¿En qué era diferente la oración de Nehemías?

En su humilde oración, honró y exaltó a Dios por su santidad, su grandeza y su poder. Expresó las duras cargas de su corazón con lágrimas, el ayuno y la oración durante varios días. No rezó una vez solamente o algunas veces. Lo hizo constantemente. No se dice que Nehemías supiera claramente por qué rezar o lo que quería Dios que hiciera. Sabía solamente que debía buscar a Dios. Y éste le respondió a su oración.

Cuando Nehemías se puso a buscar el rostro de Dios, no habría podido creer que iba a ser enviado a Jerusalén para reconstruir la muralla, ni que el rey fuera a concederle de modo extraordinario su favor, su protección, así como las fuerzas necesarias. Pero esto se produjo.

Si queremos recibir respuestas a nuestras oraciones, debemos tener la misma actitud de persistencia cuando rezamos. NO debemos abandonar si no vemos el resultado inmediato. Al igual que Nehemías, puede que no conozcamos exactamente cuáles son las soluciones que afrontar, o incluso como orar. Sin embargo, debemos constantemente buscar a Dios por la necesidad que tenemos de él.

Hoy, acuérdate de que Dios honra a los que son perseverantes en la oración. Reza sin cesar (1 Tesalonicenses 5,17). No dejes de orar incluso si has rezado antes por la misma necesidad. Continúa buscando su rostro hasta que tus fardos se quiten, y recibas la dirección y la ayuda que necesitas.


Una oración para hoy

Padre, te entrego mis necesidades, Busco tu rostro, tu ayuda, tu dirección. Continuaré buscándote hasta obtener las respuestas que necesito. Pongo en ti toda mi confianza. En el nombre de Jesús, amén.