Postal a los jóvenes

El bello egoísta

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"No había un hombre en todo Israel tan famoso como Absalóm por su belleza; desde la planta de sus pies hasta su cabeza, no tenía ningún defecto." 2 Samuel 14,25

 

El poder y el atractivo de Absalóm beneficiaban grandemente su apariencia física. Las mujeres se sentían atraídas  por su persona y los hombres lo admiraban. Era claro y el más bello de todos. Absalóm tomó conciencia de su atractivo y sacó provecho,  al darse cuenta de que podía utilizar su apariencia para manipular a la gente y  las circunstancias en su favor. Parece que, haciendo eso, se convirtió en arrogante, orgulloso y egoísta. Puso su confianza en sí mismo y en sus propias capacidades, pero nada pudo detenerlo. Su apariencia le llevó a la caída.

Puede ser fácil dejarse llevar por la llamada de la carne. La belleza física no tiene nada de malo en sí, pero debemos reconocer los peligros a los cuales puede  llevar la carne. Utilizando la misma palabra hebrea que la que describe a Absalóm, Salomón escribió: "Un anillo de oro en la nariz, es una mujer bella y falta de sentido" (Proverbios 11,12). En otros términos, la belleza desprovista de sentido conduce a problemas.

Dios quiere que seamos conscientes del impacto que la carne puede tener en nosotros. Si no somos prudentes, nos pueden arrastrar las apariencias y otros aspectos carnales como guías de nuestras elecciones. Debemos darnos cuenta de que la belleza puede ser engañosa y no nos podemos llevar por  el señuelo de las apariencias.

Hoy, acuérdate de que " el hombre mira  lo que  impacta a los ojos, pero Dios mira el corazón" (1 Samuel 16,7). Asegúrate de tener el corazón recto ante Dios. Busca el discernimiento de Dios en las decisiones que debes tomar. Y ponte en guardia contra la llamada de la carne.

Una oración para hoy


Padre, guíame para que tome decisiones buenas. Dirígeme por tu Espíritu. Concédeme discernimiento. Guárdame de ser manipulado e influenciado por la carne. En el nombre de Jesús, amén.