Postal a los jóvenes

Alégrate de sus éxitos

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

“...¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te pones chulo, como si no lo hubiera recibido?” (1 Corintios 4,6-7).

Estoy convencido de que tu vida, como la de tus hermanos humanos, se compone de puntos fuertes y de puntos débiles, de éxito y de reveses, victorias y derrotas. Desde hace mucho tiempo, se te ha puesto en guardia contra los peligros del orgullo.

Es preciso recordar que una verdad lleva al extremo se convierte a menudo en un error. Cada uno sabe que la humildad se considera como opuesta al orgullo. Pero existe mucho más frecuentemente la idea de que la noción de humildad es falsa. ¿Qué es pues? Ella consiste en negar sistemáticamente todos los lados buenos de nuestra personalidad, en minimizar nuestros éxitos y en exagerar nuestras faltas. Está fuera de toda cuestión gloriarse de cualquier cosa con la que se responda a las normas de la verdadera humildad.

Y sin embargo el mismo Pablo, que nos pone en guardia contra el orgullo, no nos prohíbe que nos gloriemos. Curioso, ¿no? Pero nos indica cómo hacerlo:”No nos excedemos alardeando de trabajos ajenos pero esperamos que, al aumentar entre vosotros los creyentes,, podamos ampliar mucho entre vosotros nuestro campo de acción y aun predicar la buena noticia más allá, aunque sin alardear de campos ajenos ya cultivados. Quien se gloría que se gloríe del Señor” (2 Corintios 10,15-17).
¿Tenéis cualidades particulares? ¿Tenéis una voz magnífica, y cantáis bien? ¿Escribes tan bien como Cervantes?...Deja de tener vergüenza, renuncia la falsa modestia. Pues tienes el valor de asumir tus puntos débiles, ten también el coraje de asumir tus puntos fuertes. Pero acuérdate de que lo que eres, lo has recibido de Dios. Esta es la verdadera humildad: no te gloríes como si no lo hubieras recibido de Dios. Di como Pablo: No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí. Dale gracias a Dios por los dones y cualidades que te ha concedido.