Postal a los jóvenes

Lo que ves

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"No pondré nada malo delante de tus ojos; odio la conducta de los pecadores; no se unirá a mí." –Salmo 101,3

Un estudio de la universidad de Sydney ha revelado que los 200 films más grandes de todos los tiempos no muestran las consecuencias verdaderas de la relaciones sexuales fuera del matrimonio, la infidelidad, drogas y comportamientos semejantes.

Por ejemplo, ninguno de estos films expone “las consecuencias de relaciones sexuales sin protección" mientras que muchos de éstos animan a la promiscuidad. Muchos films representan el empleo de la droga de manera positiva. Además, "los personajes fuman tabaco en el 68% de los films e inhalan en el 32%."

Millones de personas están influenciadas por los estándares establecidos por estos films. Otros medios de comunicación pueden igualmente tener un impacto dañino. Cada día, millones de personas están obsesionadas por las emisiones televisadas de morbo, escuchan presentadores vulgares en la radio, leen novelas malsanas, y visitan sites de Internet malos. Permiten pues a estos medios que influencien su comportamiento.

Más trágico es todavía el hecho de que muchos cristianos permiten a los medios modelar su conducta. Se han conformado con el mundo. Se preguntan luego por qué se sienten vencidos, no experimentan la victoria en su vida y no tienen la alegría del Señor. Dios quiere que comprendamos que el Diablo emplea este tipo de engaños mediante los medios para empujarnos a adoptar malos hábitos y llenar nuestro espíritu de pensamientos e imágenes nocivas.

Hoy, sé como Job que había hecho un pacto con sus ojos (Job 31,1). Como David promete que tus ojos no vean cosas indeseables. Piensa más bien en cosas buenas, dignas de alabanza, verdaderas, honorables, justas, puras y bellas (Filipenses 4,8).


Una oración para hoy


Padre, ayúdame a ser prudente con las cosas que miro y que dejo que entren en mi espíritu. Guárdame de conformarme con este mundo. Quiero vivir según tu Palabra. Te entrego mi vida. En el nombre de Jesús, amén.