Postal a los jóvenes

Campeones, héroes y gigantes

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Viendo que su campeón había muerto, los filisteos huyeron" 1 Samuel 17,51

Este texto muy cómodo para mí puesto que emplea los tres expresiones que me sirven de titular. Goliat era también el campeón de todo un pueblo, su héroe y su gigante.

Tienes cosas bellas que hacer y decir, no sientes ni el alma de héroe, ni la de un capeón y todavía menos la del gigante. No ha terminado incluso en verte ni un complejo. Te equivocas. Encuentro seguro tener negocio con gente normal como tú, cuando escribo estas líneas. Es preciso que ceses, de una vez por todas, que quieras vivir tu piedad en función de ejemplos a veces discutibles.

Has leído en tal biografía de tal “héroe de la fe" o bien tal "campeón de Dios", o aún de tal "gigante espiritual, cosas que, comparadas con tu piedad, te dejan estupefacto, pequeño, ridículo; hasta tal punto que piedad si eso merece la pena o tener piedad.

STOP ! Nunca ves eso en la Biblia. Cuando Dios llama a un hombre “héroe valiente" (Jueces 6,12) está todavía ocupado en tareas caseras, femeninas y muy poco viriles. Dios va a hacer de Gedeón un héroe de su causa, a pesar de sus límites y sus lagunas. Cuando la Biblia habla de gigante, no es nunca biografías al estilo humano: gente anormal y se señalen como enemigos de Dios y de su pueblo. Y luego David va a llegar a ser el capeón de su pueblo, pero de salida, era sólo un pequeño pastor y no tenía el alma de campeón en el sentido en el que a menudo lo entiendes. Es Dios quien va a llevarlo, formarlo y conducirlo a esta vocación. Pero en esta época en Israel sólo había un campeón.

Tienes valor. NO busques parecerte a un gigante, en ser un campeón según los modelos discutibles, o en ser un héroe en tu generación.

Con tu piedad, tu fe, tu comunión con el Señor día a día, haces mucho mejor que estos pretendidos gigantes de la fe.

Tu "pequeño" testimonio es muy apreciado; tu "pequeña" iglesia es una bendición en tu ciudad; tus "pequeñas reuniones " van a servir para ganar almas a Cristo. No se hablará quizá de ti en una biografía o en libros; alégrate. Tu recompensa será eterna. La fuerza del pueblo de Dios está oculta ahí, en una comunión diaria. Sé feliz.

Una bendición para hoy

Señor me alegro de que mi vida esté bajo tu mirada; decido no buscar parecerme a tal o cual personaje ; voy a ser yo mismo con mi límites, mis debilidades pero también con mi decisiones y mi piedad sencilla para ti cada día. Dame tu bendición en el nombre de tu Hijo, amén.