Postal a los jóvenes

¿Juez o testigo?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"No juzguéis" Mateo 7,1 "Seréis mis testigos: "Hechos de los Apóstoles 1,8

Es imposible que en un tribunal humano hay varios jueces y es deseable que haya algunos testigos.

A menudo dices: "No llego a testimoniar, no sé decir lo que Jesús ha hecho por mí, no estoy a la altura de mi responsabilidad de cristiano". ¿De dónde viene el problema, según tú? Muy a menudo, viene del hecho de que pasamos el tiempo juzgando a los otros, los acontecimientos, las circunstancias o las intenciones. Es imposible que seas juez y testigo al mismo tiempo. Hay que hacer una elección y contar con la ayuda del Señor para acabar con tus juicios sobre tal o cual persona, acontecimiento o circunstancia.

Verás rápidamente que las cosas van a cambiar en tu vocación de testigo; que tu vida reflejará este testimonio de la gracia de Dios, que tus palabras tendrán la señal de la gracia necesaria para que afecte al corazón del otro, y no necesitarás emplear tiempo en la escuela de formación para discípulos (lo que puede ser bueno por otra parte) para aprender lo que es testimonio y cómo hace falta tomar en serio el testimonio, y las cosas se harán de forma natural.

Habrás dejado de ser el juez para ser un testigo.

No tengas miedo de esa realidad. Isaías en su tiempo aceptó esto ante Dios: "Soy un hombre labios impuros" (Isaías 6,5). Entonces tú y yo estamos sin duda concernidos también por este género de pecados que consiste en juzgar a los demás de manera permanente.

Di stop. Tu vida es de ser testigo y no juez.

Una oración para hoy

Jesús, reconozco que me gusta juzgar y va con mi naturaleza de miseria y sé que te desobedezco. Perdón, Señor. Ven en mi ayuda, para que mi vocación de testigo no se devalúe por mis juicios intempestivos y tan poco misericordiosos. Quiero que las cosas cambien en mi desde hoy. En el nombre de Jesús, amén.