Postal a los jóvenes

Te necesito

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Al que está firme en sus sentimientos, le aseguras la paz porque confía en ti" (Isaías 26,3)

Si Jesús, el Hijo de Dios, no se ahorró de diversas pruebas, no te sorprendas de que a ti te ocurra lo mismo.

La marcha cristiana no es siempre un crucero de ensueño, puede reservarte sorpresas malas. Dios no nos mece de ilusiones y la Biblia no nos esconde nada (1 Pedro 4.,2-19). Está recomendado vivamente estar muy equipados para los días de grandes vientos para permanecer firme e inquebrantable en la fe

La Biblia te asegura que "el Dios de toda gracia, que te ha llamado en Jesucristo a su gloria eterna después de que hayas sufrido un poco de tiempo, te perfeccionará, te afirmará en tus altos y bajos psicológicos y te hará una persona inquebrantable ante tus decaimientos y dudas" (1 Pedro 5,10)

Incluso si una vida espiritual “mediocre” puede estar en el origen de las pruebas, de los problemas más o menos importante, no se puede decir de manera categórica que la prueba es automáticamente el resultado de una falta de espiritualidad.

El apóstol Pablo, una de las figuras principales del cristianismo, el modelo incontestado de consagración, atravesó numerosas pruebas (2 Corintios 4,7-15; 12,10) .

¿Eres probado? No bajes los brazos. Afronta la prueba con fe.

No pienses que la prueba que atraviesas es inútil. Has de saber que hay siempre en una prueba, enseñanzas que recibir, lecciones que sacar (Job 33,14-19).

En efecto, muy a menudo, cuando la tormenta truena es cuando te das cuenta de tu impotencia y que tienes necesidad de Dios y de alguien que te ayude a sentirte bien (Salmo 18,6).

Sé confiado y no te desalientes. No tengas miedo, no pierdas tu sangre fría, mantén la fe.

Una oración para hoy

Señor, te doy gracias por este aliento. Está bien que en la prueba, no me abandonas. Mantenme unido a tu mano estrechamente apretada para que guarde mi confianza en ti. Fortifica mi fe y ayúdame a hacer frente a la dificultad que tengo. En el nombre de Jesús, amén