Postal a los jóvenes

¡Vive en la Gloria de Dios!

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Les he dado la gloria que tú me ha dado"( Juan 17,22)

Mefboscheth (2 Samuel 4,4; 9,7, 9.11) es el ejemplo mismo de la condición humana. Como él, ,caminas sobre dos pies. Como él, habría debido ser librado de tu triste suerte. Al pertenecer a la casa de Saúl, rey fracasado, debía haber muerto. Pero honrado, se le admitió a la mesa del rey David y considerado como uno de sus hijos. ¡Qué elevación!

Onésimo, el antiguo esclavo (Filemón 1,10-18), se escapó sin duda de la casa de su dueño Filemón. Llevado a la salvación por Pablo, es perdonado y convertido en compañero de apostolado y hermano muy amado pues será útil. ¡Qué cambio de situación!

El apóstol Pablo se considera el primero de los pecadores (1 Timoteo 1,15). Sin embargo, este gran perseguidor de la Iglesia es llamado por Dios para ser apóstol. Trabajando sin descanso, se le confían o dan grandes capacidades para grandes responsabilidades en la casa de Dios. ¡Qué recorrido!

Mefiboscheth, Onésimo, el apóstol Pablo, eres tú. El recuerdo de tu pasado, de tu locura...

Pero también, la grandeza de tu destino. ¡Qué ánimo!

Hoy, en Jesús, participas en la gloria divina. Convertido en hijo, hija del Rey (Apocalipsis 1,6), eres elevado en dignidad. Tu herencia eterna y tu posición espiritual en Cristo, en los cielos, te aseguran este gloria (Éfesios 2,6).

Y del trampolín del inmenso perdón de Dios, los proyectos que tiene para ti, te elevan mucho más alto todavía. Te ha restaurado enteramente: heme aquí listo para confiarte todas mis riquezas, y envíame a hacer las obras de apostolado (Juan 14,12).

Una oración para hoy

Señor, te doy gracias por haberme perdonado. Gracias también por lo que quieras hacer de mi vida. Espero en ti y concédeme la gloria para ser digno de ti. En el nombre de Jesús, amén.

Buen díapara la gloria de Dios