Postal a los jóvenes

¿Compromiso o apaños?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"...Nos daréis a vuestras hijas, y nosotros las nuestras. Habitaréis con nosotros, y el país estará a vuestra disposición; quedaos para traficar y adquirir propiedades." Géneis 34,9-10

Para Jacob, la vuelta a su país en Canaán significaba que podía salir de nuevo. Sin embargo, poco tiempo después de su instalación, su hija Dina "salió para ver a la chicas del país". Llamó la atención de un hombre del nombre de Siquén que se la llevó y se acostó con ella, y la deshonró. Su deseo para DINA fue tan intenso que pidió a su padre, Amor, que se la diera como mujer.

Hamor encontró a Jacob y le propuso una unión para arreglar el compromiso. Quería que la familia de Bacón se mezclara con el seno de su pueblo Haciendo esto, formarían un solo pueblo. Jacob y los suyos adoptaron sus costumbres y su religión, y serían como los demás.

Los hijos de Jacob, Leví y Simeón no estaban dispuestos a olvidar la violación de su hermana. Por astucia, llegaron a Amor y los hombres de su familia para que se circuncidara y después los mataron a todos. Jacob se puso descontento por esta acción. Es verdad que su reacción había sido extrema. Pero estos hombres demostraron que había cosas más importantes para ellos que ser aceptados por el mundo. Vivían según principios que no podrían sufrir compromisos.

Hoy el mundo quiere que te adaptes y consignas en sus consignas o compromisos y no vivas para Dios. Quiere que cierres los ojos al pecado y adoptes sus estándares.

Pero Dios quiere que recuerdes tu ciudadanía del cielo (Felipenses 3,20). Abstente de las codicias carnales que hacen la guerra a tu alma (1 Pedro 2,11-12). Los otros no entenderán tus decisiones, pero recuerda que perteneces a Dios. Te ha llamado para vivas según la Verdad y no los dictámenes del mundo.

Una oración para hoy

Padre, haz que no me comprometa con el mundo y sus malas tendencias. Me entrego a ti y a tu reino. En el nombre de Jesús, amén.