Postal a los jóvenes

Arrebatado al cielo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Sé de un hombre en Cristo, hace 14 años, si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no losé, Dios lo sabe- que fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre- en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo se, Dios lo sabe- fue arrebatado al paraíso y oyó las palabras inefables que el hombre no puede pronunciar." 2 Corintios 12,2-4

Pablo relata la experiencia de in hombre, cuyo nombre no es revelado (aunque muchos piensan que se trata del mismo Pablo), que arrebatado hasta el tercer cielo". ¡Qué maravilloso debió ser! Y nos planteamos la cuestión: ¿cómo era el cielo? ¿Qué vio?

En lugar de detalles, la narración de Pablo está llena de misterios. No sabe exactamente cómo se produjeron las cosas, ni incluso si el hombre estaba en "su cuerpo" o "fuera de él". Tampoco describe el cielo puesto que escuchó palabras "inefables" que no pueden expresarse.

¿Cuál fue el fin de esta revelación? Pablo descubrió que el cielo es un lugar extraordinario, indescriptible, grandioso e inimaginable. Al meditar esta experiencia, Pablo debió darse cuenta de sus propias debilidades.

Debió reconocer que muy a menudo la gente se enorgullece de sus talentos y capacidades. Y se dio cuenta de la verdad de la naturaleza humana. Pudo entrever que nadie puede gloriarse a no ser de sus propias enfermedades" (2 Corintios 12,5-6). Pablo comprendió perfectamente que todo lo que poseemos es un don de Dios.

Hoy, ten valor ante esta visión del cielo. Si Jesús es tu salvador, irá a la eternidad con él. Verás este lugar indescriptible y oirás estas palabras inefables. Recuerda que puedes prepararte para ese día glorioso desde ahora. Sé humilde ante Dios, búscalo, adóralo. No te vanaglories de nada excepto de Cristo.

Una oración para hoy

Padre, te doy gracias porque voy a pasar a la eternidad contigo. Me humillo ante ti pues te lo debo todo. Empléame para tu reino y para tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.