Postal a los jóvenes

¿Qué tal andas hoy?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

'"Que escuche hoy mis gemidos" (Jeremías 20,16)


Esta mañana no vas bien y sin embargo está bien que rememores las bondades del Señor. Tómate tiempo para leer la Palabra, intenta orar. No te hará daño. Tu moral está baja, tu espíritu está lleno de tristeza y tu alma siente el abandono.

¿Por qué? Las razones son múltiples y sin duda que las preocupaciones de ayer en el trabajo o la contrariedad con el amigo no han arreglado las cosas; el dinero falta en casa, y eso te trastorna. Presta atención. No, no puedes por el dedo en la llega de tu tristeza.

Eso le puede suceder cualquiera. No busques tampoco una explicación psicológica, pues quizá la fatiga actual no arregla las cosas, ya que las razones profundas están en otra parte.

Dios va a permitir esta tristeza interior para que pienses más en él, que lo busques, aún más, que le digas lo mucho que cuenta en tu vida y lo importante que eres a sus ojos.

Prefieres seguir así: Y eres consciente que vas camino de la depresión, la amargura, el rencor y el desaliento. Dices que no necesitas orar. Y sin embargo, es ahora cuando debes estar más cerca de Dios, de la fuente de su bendición, del mismo Señor.

A menudo esas tristezas son inexplicables racionalmente; una vez más, puedes encontrar una explicación más o menos satisfactoria. La realidad es que tu alma necesita de Dios, tiene sed de él, desea estar cerca del Señor. No te inquietes. Tus gemidos de esta mañana son la expresión de que tu vida interior necesita a Alguien. Deja de ocuparte tanto de lo que es la periferia de tu vida. Dedica una hora al Señor.

Una oración para hoy


Señor, dejo todo para centrarme en mi estado. Me decido a volverme hacia ti y a ocuparme de ti. Quiero decir que te amo y eres todo para mí. Gracias por ser mi refugio y fortaleza. Te doro y te alabo en esta mañana. En el nombre de Jesús, amén.