Postal a los jóvenes

¿Qué uso haces de tu lengua?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

El corazón del hombre es una fábrica de producción y la lengua es el director comercial. Imagínate que el director comercial de una fábrica fuera un mal gerente o un pobre vendedor, ¿qué le ocurriría a la fábrica? Iría a la ruina.  

La lengua es un fuego. Un fuego  quiere tener varios empleos útiles. Puede permitirte que te calientes si tienes  frío, cocer tus alimentos o iluminar tu camino en medio de la noche oscura.  

Pero este mismo fuego, si se emplea mal, puede tener efectos devastadores en tu cuerpo, tu casa o bienes.

¿Cómo utilizas cada día tu lengua? Tus frases favoritas son: “No saldré de ellas” “eso no me irá”, “estos hijos terminarán por matarme”, “soy un  pequeño  pobre pecador (tres “p”, una triple p”). ¡Es hora  de que te examines y te escuches!  

Te quedará extrañado de las toneladas de palabras negativas que pronuncias cada día tú mismo en casa, en la iglesia, en tus negocios...  

Has de saber que ningún hombre o ninguna mujer puede elevarse por encima de sus propias palabras. “Tus palabras reflejan lo que eres”.

 A partir de hoy, decide cambiar tu modo de expresarte. Decide hablar el lenguaje de Dios que consiste en proclamar su Palabra. Rehúsa identificarte con la lengua de este mundo que deshumaniza, culpabiliza, da complejos de inferioridad, humilla, hiere y mata.  

¡Atención! La lengua mata. Sí, ella arruina la reputación de la gente, destruye su futuro y rompe las relaciones humanas.  

Una acción para hoy: Llena tu corazón y tu boca de la Palabra de Dios. Que todo lo que es verdadero, puro, digno de alabanza...sea el objeto de tus pensamientos. Después experimentarás la abundancia del corazón del que habla la boca, nos dice la Biblia.