Postal a los jóvenes

Vivir la palabra

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Hijo mío, retén mis palabras y guarda contigo mis preceptos, Observa mis preceptos y vivirás; guarda mis enseñanzas como la niña de tus ojos. Une tus dedos, escríbelas en la tabla de tu corazón (Proverbios 7,1-3)

La memorización de las Escrituras te impregna del pensamiento de Dios. Así, en algunas situaciones, el Espíritu Santo te recuerda la Palabra. "El consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, te enseñará todo lo que te he dicho":(Jean 14,26).

En cuanto discípulo, debes aprender a memorizar las Escrituras. La palabra ha sido para Jesús un arma en su lucha contra el diablo (Luc 4,1-13).

La memorización hace llamada a la memoria, sin embargo, conviene también meditar esta Palabra. La meditación es espiritual y va más lejos que la memorización. Meditar la Palabra significa literalmente rumiarla."

"Feliz el hombre que no marcha según el consejo de los malvados, que no se detiene en el camino de los pecadores y que no se sienta en compañía de los burlones, sino que encuentra placer en la ley de Dios, y la medita día y noche. Es como un árbol plantado cerca de la corriente del agua, da su fruto en la estación...Todo lo que hace tiene éxito".

La meditación te permite digerir bien la Palabra. Al meditar los textos, asimilas poco a poco las enseñanzas de Dios. El pensamiento de Dios moldea entonces tu espíritu. Dios puede así cambiar tu mentalidad y renovar tus pensamientos.

Una oración para hoy

Señor, te agradezco por tu palabra, pues es espíritu y vida. Quiero no sólo memorizarla sino tomar tiempo para “rumiarla”. Ayúdame a meditar mucho, para que pueda conocerte mejor y marchar fielmente por tus caminos. En el nombre de Jesús, amén.