Postal a los jóvenes

Cuando no te ven

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Un Samaritano, que viajaba...se compadeció cuando lo vio" Luc 10,33

Rechazo de plano ser moralizante. Con un título parecido podrías temer. No es mi fin. Este texto del Evangelio te permite descubrir que el ser humano, aún el creyente, no es el mismo cuando no tiene auditorio y cuando hay uno.

El sacrificador o Levita de este texto no eran perfectos increyentes; tenían religión y créeme, debían “jugar un juego” ante “su público”, el sábado en la sinagoga; pero la realidad de su fe va a revelarse en este momento preciso en que nadie los ve, si no existe Dios. Y ahí dejan caer al desgraciado en el camino.

¿Qué haces cuando estás solo? ¿Qué no te vea nadie? ¿Estás animado, en tu corazón, por sentimientos de miedo respetuoso por tu Dios, sentimientos que habitan el corazón del Samaritano únicamente. El no tenía público, pero va a practicar el bien, la justicia y la misericordia.

Dios te aguarda en ese sitio mucho más que en el de lugar del culto público.

El Dios al que sirves, está con el que vives tu vida. Incluso si nadie te ve hacer el mal, el Señor lo sabe y lo ve.

Creo que en ese hecho se revela el verdadero cristianismo. Haz el bien y déjate de sacrificios ostentosos para que te vean. Eres simple fuego artificial. Vive el Evangelio que está en quien te necesita.

UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor, en nombre de Jesús vengo a ti; reconozco que existe una diferencia tan grande entre mi piedad visible y mi vida oculta; quiero que cambien las cosas, Dios mío, ven en mi ayuda. Amén