Postal a los jóvenes

Beneficio del sufrimiento

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Dios libra al afligido en su misma aflicción, y es mediante el sufrimiento que él se dispone a escucharlo". Job 36,15

Todavía hoy, muchos creen erróneamente que el sufrimiento es un barómetro que permite medir el amor de Dios con ellos. En otros términos, somos numerosos en pensar esto: "sabría que Dios me ama si las pruebas que atravieso no son demasiado numerosas". Nada más lejos de la verdad.

En realidad, el sufrimiento no es un fin sino un proceso útil y necesario por el cual Dios toma tiempo para acercarnos a él, transformarnos y librarnos de esta locura que va unida al corazón del hijo (Proverbios 22,15)

En nuestra naturaleza carnal y corrompida heredada de Adán, algo tiene la tendencia a rebelarse contra Dios y su Palabra. Solamente el horno ardiente puede borrar tales impurezas. ¿Tienes más valor que el oro? Por supuesto que sí. ¿Te das cuenta que una simple esponja no puede bastar para quitar las im purezas y hacer brillar este precioso mineral? Para refinar y sacarle todo su brillo, el fuego es indispensable. El fuego no destruye nunca el oro sino que consume todas sus manchas que se le adhieren. Igualmente, el fuego no está hecho para matarte, sino sólo parta consumir lo que no pertenece a la naturaleza de Cristo en ti.

La arrogancia se encuentra en la naturaleza corrupta de todo los hombres, e independientemente de su posición social. ¿Has notado que el orgullo sólo espera que llegues a la cima para tentarte? ¿Has constatado que has aprendido más a desarrollar la humildad, no a través de consejos de sabios, sino más bien a través del horno del sufrimiento? Seguramente, hay virtudes que solo puede producir el fuego. El salmista dice: " Antes de haber sido humillado, me desviaba. Ahora observo tu palabra". (Salmo 119,67)

Jesús obedeció y por su dolor hemos sido librados (Hebreos 5,8).

David lo expresó de este modo: "Para mí, el sufrimiento ha sido una cosa buena pues me ha enseñado lo que el Señor quería" (Salmo 119,71).

Ningún sufrimiento es vano. Cuanto antes aprendas a obedecer a la sabiduría divina, más pronto Dios abrirá el capítulo siguiente

de tu destino. No, las tinieblas no reinarán siempre en la tierra.


UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor, reconozco que eres el dueño del tiempo y de las circunstancias. Concédeme la gracia de quedarme ignorante acusándote en los momentos de dolor. Ayúdame a comprender tu voluntad y a obedecerte. En el nombre de Jesús, amén.