Postal a los jóvenes

Vuelve la tentación

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Día tras día,, volvía a la carga; pero José no quería escucharla..." Génesis 39,10.

Los días precedentes, ha sostenido una lucha frente a frente contra la tentación, rechazando razonar con ella. Me gustaría poder declarar que a consecuencia de su toma de postura, la tentación huyó y la tuvo a raya hasta el final de su vida feliz, en paz y el diablo no pudo hacerle caer. La historia de José no es un cuento sino una historia verdadera. El pasaje bíblico relata al contrario: " Días tras día, volvía a la carga".

Un día, un joven, tras haber sido atraído por una chica muy sensual, preguntó a un hombre mayor para conocer el momento en el que no se sentiría inclinado a la tentación de la carne. El anciano de 80 años le contestó:
"Cuando no sea tentado, te lo diré. En otros términos, la tentación nos acompañará a lo largo de nuestra vida.
Cuando Jesús salió victorioso de la tentación en el desierto, el evangelio de Lucas 4,13 nos recuerda esto: "Después de haberlo tentado de todos modos, el diablo se alejó de él hasta el momento favorable". Es una realidad innegable: mientras que el diablo esté en la tierra, nos hará la guerra.

Son embargo me gustaría animaros a orar cada día, pidiendo al Señor que os ayude a no caer en la tentación... (Mateo 6,13), y a que os alimente con la Palabra de Dios. Sólo así serás fuente en la hora de la tentación.
No le hagas, como rebelde, frente a la tentación pues. Ya vendrá. Y cuando venga, debes vencerla para tu crecimiento humano y espiritual. Jesús te da el medio para salir victorioso (1 Corintios 10,13). El Señor te recompensará: “Feliz el hombre que soporta pacientemente la tentación; pues tras haber sido probado, recibirá la corona de la vida, que el Señor ha prometido a los que le aman" (Santiago 1,12).

UNA ORACIÓN PARA HOY

Señor, te pido, como me lo has enseñado en el Padre nuestro, que me ayudes a no caer en la tentación y que me libres del mal. Me doy cuentas que día tras día vuelve pero resistiré y tendrá menos efecto en mí. En el nombre de Jesús, amén.