Postal a los jóvenes

Necesitas esperanza

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"La esperanza sostiene al desgraciado" Job 5,16

Regularmente se constata el hecho de algunas clínicas en las que se tratan los problemas psicológicos en personas que se sienten desgraciadas. Las ganancias económica son grandes. Estas personas han perdido toda esperanza.
Están dispuestas a dar todo el dinero que haga falta con tal de recuperar el optimismo de la vida.

Durante estos días de mayo, se me presentó una persona. Y mirándome fijamente, me dijo: “Necesito que me haga una intervención”. Extrañado, le dije: Se le ve con buen aspecto. Sí, me dijo me presento bien en mi físico.
Pero necesito una operación en mi mundo espiritual.
Y movido por el Espíritu Santo, fue viendo todos los lugares de su alma que necesitaban del bisturí divino.

Mire, ha perdido todo sentido de alegría en su vida. Le noto triste porque Dios no cuenta en su vida para casi nada. No habla con él, no lo alaba ni le da gracias. Su espíritu está falto de vitaminas divinas.

Recuerda que Jesús se presentó en el Cenáculo con sus credenciales: mostró a sus discípulos y a su madre las manos y el costado con las señales de su Pasión.
¿Y sabe lo que ocurrió? No , no tengo ni idea. Llevo tiempo desconectada de la atmósfera divina.
Entonces le dije: Todos cambiaron su miedo en valentía, todos comenzaron a anunciar a Cristo por calles y todo el mundo. Contaban con el Espíritu de Jesús en sus vidas. Y éste no es pasivo, sino que siempre impulsa vida a todo el que se deja llevar por él.

La vi emocionada. En nombre de Cristo le alenté a que supera sus diversas dolencias espirituales mediante una vida de vivencia alimentada con la oración, los dones del Espíritu Santo y los Sacramentos, más obras de caridad.

Encuentre la alegría de vivir. El Espíritu viene a ti para que reencuentres la alegría de vivir y dejes, de una vez para siempre, mirarte menos a ti misma y que sea el Espíritu quien guíe tu existencia. Eres tan rica que sólo
el Espíritu te da alas para volar por encima de la mediocridad que has llevado hasta ahora. Reemprende un nuevo vuelo.

Oración: Espíritu Santo, haz que no me instale en mi mundillo desilusionante, sino en las pautas que tú me indiques. Amén.