Postal a los jóvenes

Arroja piedras al campo de tu naturaleza vieja

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

“Hay un tiempo para lanzar piedras, y un tiempo para recoger piedras“(Eclesiastés 3,5)

Es en el Segundo libro de los Reyes, capítulo 3,19 donde me voy a detener hoy contigo.
Encuentras en él los pueblos de Israel y de Judá haciendo la guerra a Moab, su enemigo natural y hereditario.

El pueblo de Dios lleva allí un conflicto muy extraño. Arroja piedras en los campos de Moab. ¡Extraño y casi incomprensible, sin un mínimo de explicaciones.

Josafat, el rey de Judá no perdió la cabeza por eso. Dio esta orden (entre otras) para impedir todo cultivo en los Moabitas. Era una guerra estratégica. Al llenar sus campos cultivables de piedras, al fin y al cabo los privaba de alimento y por tanto de fuerza y así llegaba la paz a su pueblo.

Recoged piedras a la cruz del Calvario, al lado de Jesús, y arrójalas en el campo de tu vieja naturaleza, en la que crecen tu viejo orgullo, tus malos hábitos, tradiciones familiares (divorcio, preferencias, suicidio, fracasos, etc.) o algunos sentimientos desastrosos, tales como los celos, la amargura o el rencor.

Hay cosas que hacer, pero el Señor de Josafat te dará la misma inteligencia para llevar bien esta guerra preventiva.

Decídete en arrojar al campo de tu vieja naturaleza la piedra del arrepentimiento, sin buscar excusas. Arroja igualmente la piedra de tu fe en la eficacia de la sangre preciosa de Jesús para transformarte. Y no olvides la piedra de tu oración perseverante.

UNA ACCIÓN PARA HOY

Voluntariamente decido arrojar en el campo de mi vieja naturaleza todas estas piedras, para impedir que ese campo produzca el mal en mi vida hoy y siempre.